BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 369
rica. Sobre todas ellas resalta con simp?tico relieve, una eminente
mujer, que puede alternar con justo ' t?tulo al lado de nuestras
Concepci?n Arenal, Rosal?a de Castro y Emilia Pardo Baz?n
Es Carolina Micha?lis de Vasconoellos, la excelsa profesora
de la Universidad de Oporto, la autora de estudios magistrales acer
ca del Cancionero de Ajada, Os Lusiadas, de Camoes, S? de Miran
da, Saudades portuguezas, etc., etc., y que concurri? al Congreso
con un meritsimo trabajo, Um henemerito das letras galegoportu
quezas, Ernesto Monacc?.
Galicia le debe una amorosa ofrenda y el que estas l?neas es
cribe hace algunos a?os de ello habl?, con ocasi?n de haber aceptado
aquella ilustre dama la invitaci?n que le hicimos para que nos hon
rase con su visita. La dolorosa inquietud de la Gran Guerra, que
abri? en el coraz?n de Carolina Micha?lis una huellaimborrable,
malogr? el intento; pero ahora debe inst?rsele a que cumpla su
amable promesa.
Tal vez se ofrecer? para ello propicia ocasi?n al realizarse el
proyecto que tiene anunciado el Instituto de Estudios Gallegos de
celebrar en fecha pr?xima un Congreso de escritores galaicolusita
nos y de rendir un Homenaje a los poetas y literatos de Portugal
para corresponder al que en Viana'do Castelo, se tribut? reciente
mente a la memoria de nuestra excelsa Rosal?a de Castro, que al re
coger en; sus inspiradas estrofas el eco saudoso del alma gallega,
consagra las nupcias espirituales de los pueblos que viven a uno
y otro lado del Mino, el sagrado r?o de nuestros comunes ensue?os.
Espa?a y Portugal, por la geograf?a, por la historia, por la
raza, por el idioma, por los altos y nobles ideales, constituyen una
comunidad llamada en lo futuro a una magna obra civilizadora.
En las memorables empresas de los descubrimientos, ambos
pueblos abrieron ancho camino, al progreso con la estela se?alada
en los mares por la quilla de las naves exploradoras.
Sean cuales fueran los compromisos y aspiraciones de orden
internacional que animan al presente a los estadistas de uno y
otro pa?s, sobre todas las gestiones de la diplomacia, Espa?a y Por
tugal deben colocar preferentemente un deber inexcusable cum
plir su providencial misi?n asoci?ndose a todos los pueblos de
estirpe ib?rica.