6o Doletin at la "Real Academia Gallega
la leyenda: IMP GERMAN VITELLIVS. Reverso: personificaci?n
de la victoria, y en el campo la leyenda: VICTORIA AVGVSTI? .
?3.a En el anverso apenas se nota la gr?fila, apareciendo el
busto de perfil y coronado; la leyenda dice as? : IMP TITVS CAES
VESPA SIAN AVG PM.. Reverso : se nota m?s la gr?fila; en e1
campo un elefante y la leyenda aparece algo truncada por haber !'
sufrido la moneda alg?n desperfecto; TRPXIM PX COSI; sigue
alga ? m?s que no puede leerse por estar deteriorada la moned? ?
Tambi?n el mentado p?rroco de San Juli?n de Montoxo, se
??r Grueiro, me expresa que la indicada vecina del lugar de Villar
novo ?que encontr? las monedas, conserva tres o cuatro de plata
y la m?s clara dice por un lado (reverso) bien claro: LIBERTAS
RESTITVTA, y per el otro lado (anverso) A VITELLIVS GERM"
IMP AVGTRP?
A juzgar por el imperfecto calco de esta moneda de que dis
pongo, el busto del emperador, de perfil, coronado de laurel y de
muy pronunciado relieve, est? admirablemente modelado. Por el,
reverso ostenta una esbelt?sima figura femenina de pie, que me,
parece personificaci?n de la diosa con una t?sera en la mano de
retha y cuerno de la abundancia en la izquierda.
Correspondiendo las tres monedas del Sr. Prado Ferreiro y
la de la halladora del tesoro, a Vitelio, Tito Vespasiano y Nerva,
que imperaron en el siglo i de nuestra era, pudi?ramos en principio
deducir que fu? all? hecho el dep?sito en la segunda oenturia, ya,
que Nerva ejerci? el poder del 96 al 98 de J. C. Pero quiz?
entre las cuatrocientas y pico monedas restantes las hubiese muy
posteriores, ! qui?n sabe si hasta visig?ticas ! , que nos datasen m?s
fijamente la fecha del escondrijo; motivo por el cual el mayor
inter?s del hallazgo estar?a en conocer todas las piezas exhuma
das, dato esencial que la ignorancia ha malogrado.
El significativo hecho de que todas las monedas fuesen de plat?
u ore y ninguna, por lo visto, de bronce, cobre plateado y bill?n,
cuyos metales inferiores fueron sustituyendo a los finos a medida
que se iba acentuando la decadencia del imperio romano, me su
giere la idea de que este tesoro pueda proceder ya de ?poca m?s
avanzada que el siglo ir, cuando los particulares, en virtud de la
depreciaci?n de la moneda falsificada oficialmente, retiraban del
curso las mejores que llegaban a sus manos para guardarlas ente
rr?nd?las, a fin de contar con numerario de valor en moment?s
de apuro.