BOLET?N DE,'LA REAL ACADEMIA GALLEGA 79
noche, en total sesenta y ocho y medic), menos de lo que un
navegante deportivo consume en sus singladuras durante un
a?o de no muy intensivos viajes y regatas. En todo caso esta
fue la singladura m?s larga de toda la carrera mar?tima del h?
roe del aguante. No perdamos tiempo con las objeciones de los
homerizantes de biblioteca que llegaron a declarar que no se
podia navegar en una balsa sin quilla, cuando parece m?s que
probable que ya se hab?an utilizado balsas, no s?lo entre Egipto
y la India aprovechando los monzones, desde luego en el Mar
Rojo, sino'tambi?n en el mismo Mediterr?neo. Siguiendo a Miss
Lorimer nos encontramos con el ejemplo de las balsas en el
NiIo, y, en cuanto a la imposibilidad f?sica de resistir viaje soli
tario tan prolongado, parece que los hom?ridas del siglo pasado
median la resistencia humana por la suya propia.
Las instrucciones de Cal?ps? son clar?simas: se trata de na
vegar al Nordeste. " Cualquier derrota entre 30 y 45 grados
llevar? al navegante que procede de Malta a alg?n punto de las
islas j?nicas. Odiseus ha de mantener siempre la Osa Mayor a
su mano izquierda, es decir, a babor. Pero hay m?s: si un p?tr?n
de yate sin contar consu br?jula inutilizada, la radio ayeriada
y sin la oportunidad material de hacer observaciones celestes,
tuviera que recorrer las 330 minas desde Malta a K?rkiraCorf?
3 no se le podr?an ' dar m?s razonables instrucciones, no se le
podr?a decir nada m?s sensato y sencillo; ?a babor?, significa
en la pr?ctica a 30 ? 40 grados de la quilla, no en cualquier
3 punto de su costado, y menos de trav?s, que ser?a incomod?
1 simo, adem?s de err?neo.
Si por lo tanto los ?localizadores? hom?ricos han desacredi
tada un tanto estas investigaciones, yo me atengo a lo compren
3 sible y evidente. Si Calipso le hubiera dicho a Odiseus ?nave
'i gar?s siempre hacia la Osa sin desviarte? o ? siempre debes man
:II tenerla a estribor?, yo estar?a dispuesto a creer en las geograf?as
fant?sticas que con especial fruici?n se atribuyen al poeta por
algunos. Si alg?n episodio be recuerda a Nilsson los fiordos no
1 ruegos, no es por frivolidad si yo ahora planteo este problema,
no es ciertamente para resucitar las locuras geogr?ficas de algu
nos en el pasado y tambi?n en tiempos m?s cercanos. Ni lleva
remos al paciente Ulises al Oc?ano ?ndico, ni buscaremos a los
Iot?fagos en el sur de la peninsula de Arabia, como Kirchen