?
BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 49
pueden pasar de aqu?. Esos pocos tienen muchos riesgos
que evitar y es sumamente dif?cil coincidir tal vez en uno u
otro. La afectaci?n es el m?s ordinario y tambi?n? el peor?.
Expuesto este primer requisito para que el estilo hist?
rico adquiera justo medio que lo realce y ennoblezca a los
ojos del p?blico, cual lo es el no adocenarse y decaer en len
guaje rampl?n y r?sticamente amanerado, pasa a tratar de
un nuevo .peligro, antit?tico del anterior, o sea, el que en vez
de abatirse, seeleva demasiadamente. Dice, en efecto: ?El
segundo riesgo del estilo sobresaliente, es que en vez de to
mar la pluma hacia la cumbre del Olimpo, tuerza el vuela
hacia la del Parnaso; quiere decir que, en vez de arribar a
la sublimidad propia de la historia se extrav?e a lo po?tico.
Cada clase de asuntos tiene sus locuciones correspondientes.
Yo no asiento a la distribuci?n que ordinariamente se hace
de los 'diferentes 'estilos a diversos asuntos, por la parte que
a la historia le determina el medio entre el sublime y el
humilde. ?Qui?n duda que es sublime el estilo de Livio, el
de Salustio, el de T?cito? Pero, muy diversos todos 'tres, no
solo del de Virgilio, del de Claudiano y los dem?s poetas he
roicos, m?s aun diversos entre s?...?
Como fruto, pues, de dichas reflexiones, hace ver, se
guidamente, las ventajas pr?cticas de que la historia sea re
dactada en estilo ameno y agradable. Y es por esto por lo
que contin?a diciendo nuestro P. Feij?o : ?H?gome cargo de
que el primor de estilo no es de esencia de la historia, pero
es un accidente que la adorna mucho y que la hace m?s
?til. L?enla muchos hall?ndole este sainete, que no la le
yeran sin ?l. Las especies tambi?n se imprimen mejor, por
que abraza bien la memoria lo que se lee con deleite, como
el est?mago lo que se come con apetito. Infinitos saben los
sucesos de la conquista de M?jico que los ignoraran a no ha
berlos escrito la hermosa y delicada pluma de D. Antonio de
Sol?s (1). En fin, Luciano, que di? excelentes reglas para es
(1) Este elogio del estilo hist?rico no es ?nico yen el autor del Teatro
Cr?tico. Otro parecido hace tambi?n en Cartas Eruditas ,(t. III, p. 495) de
Espa?a Sagrada del P. Fl?rez, yen la cual ?sobre una erudici?n de rara am
plitud y profundidad, hall? ?nos dice? un estilo noble, eleg?nte, puro, igual
mente grave, conceptuoso yelevado, que natural, dulce y apacible?, ?nueve
'ep?tetos ?observa Montero D?az, op. cit., p. 60? sobre el 'estilo floreciano
que son nueve aciertos distintos y una sola definici?n verdadera?.
4
?