46 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
duras que las que`` hasta ahora he usado" con otros: impugna
dores de mis escritos; `pues si ?l inicuamente se ha' tomado
la libertad de inculcar tantas veces que mis libros est?n .,11e
nos de errores, preocupaciones, ignorancias.. ?por qu? yo,
vi?ndome tan atrozmente injuriado, he de escasear en una
justa defensa Slas' expresiones qu?, manifestando'}1os desvar?os
de su pluma, sirvan tambi?n de alg?n alivio a ini? dolor? ? (1).
(1) Aludiendo a la causa originaria de tan aguda pol?mica, en la cual
fu? el principal el P. Soto Marne, pero que secundaron' asimismo los
PP. Torreblanca, Pascual,; Forn?s y Tronh?n,' escribe el 'Sr. L?pez Pel?ez,
op. .cit. pp. 3738: ?Los mismos .tropiezos y' 'ca?das , del :autor, ? que no de
ben de extra?arse en quien hubo de recorrer tan extendido y escabroso es
pacio, eran a la postre de no escasa utilidad, porque ofrec?an ocasi?n alun
chas discusiones y pie para que la cuesti?n se estudiase a `fondo y la verdad
tse 'colocara en su punto. As?, por' ej?mplo, aquella su reprensible "ligereza con
que juzg? al Beato Raimundo' Lulio; sin haberlo tenido nunca en las manos,
ni' saber de ?l m?s que' que hab?a le?do en un libro extranjero, sirvi? para
que la Orden Franciscana, que en todo tiempo ha prestado tan, eminentes ser
,vidos a la causa de laciencia, encargara a cinco de sus ilustres hijos el es
cribir la apolog?a del apenas conocido en Espa?a, asceta extraordinario, ca'
bailar? andante' del pensamiento y prodigio incomparable de erudici?n y
de c??ncia?..
A?:todo lo dicho, : los franciscanos no fueron nunca enemigos de la labor
depuradora de Feij?o. Hasta en el Teatro, Cr?tico, entre las Censuras enco
mi?sticas de los tonio(s I y VI, respectivamente, pueden verse las del fran
ciscano gallego Fr.' Domingo "de' Losada, fechada en Madrid, 1726, y' del
archivare general franciscano P. Francisco Folch de Cardona (pp ' XXXIII
XL). Citemos, para el caso, unas palabras del P. Losada. Dice en 'la p. XIV:
?Y aunque la elegancia del . Nacianzeno me, di? de antemano hermosamente
dibujado el m?s propio retrato del autor, en aquel celebrado elogio del
gran Atanasio: ?Quod enim genus'disciplinae est, in quo' versatus non sit,
atque 'ita cximie' versatus quod ` in eo solo elaborasset? S?c nimirwn omnia
cooanplexus, ut ave :ussus qu?dem quisquam singnla: iursus' ?ta ,a sumtmorky
quasi nihil aliad praeterea didicisset?. Y en la. p?g., XVII a?ade: ?en esta
obra brinda a los estudiosos el c?liz de las :literarias tareas (queltanto amar
gan) qu? 'rsobre pintarle glorioso por el premio,' le' pone ` su cepa . de oro tan
gustoso que a pechos se le puede echar el m?s nauseado?; Con este elogio
coincide en nuestros mismos d?as el P. Ando?n (Marian?filo) escribiendo
modernisticamente en la revista ?San Antonio?, de La Habana, 1934, pp. 373
375, que la literatura de Feij?o es '?clarisolar, desembarazada ?y doetriz?, Y
agregando m?s adelante, p. '499: ?el 'Autor' del Teatro 'Cr?tico 'fu? substan
cialmente un esp?ritu serio, sabio, gr?vido, . erudito. , Un ;alma: densa, pero sin
ning?n linaje de, opacidad. Minucioso en el an?lisis y. a ratos un poco . can
sino en la exposici?n, pero de una prodigiosa Celeridad visual y de un' adxni'
'rabie dominio 'da' la' raz?n, siempre prevalecedora y manejada con firme
maestr?a?, } ..