ljoletfn de la Real Yltademia Gallega 149
} humild?sima que sin t?tulo alguno que la abone, viene a tomar asiento entre
vosotros?, de hombres de s?lidos estudios y bien conquistada autoridad
en diferentes ramos del saber humano, id?latras de Galicia todos, y anima
dos de los prop?sitos m?s elevados y plausibles a favor de la honra y
la cultura del antiguo Reino, ?qu? garant?a mejor del acierto, la asidui
dad y la eficiencia que, desde hoy, habr?n de presidir en la obra de la
regeneraci?n literaria de las provincias hermanas, por la que todos sus
piramos y ha sido la aspiraci?n constante, el ideal perpetuo, el sue?o de ,.
oro, en fin, de las generaciones .que inmediatamente precedieron a la
que, en estos momentos, se complace en saludar la brillante aurora del
d?a pr?ximo a lucir en los anales de esta regi?n nunca tan afortunada
como noble, sufrida y generosa?...
Y convencido, como lo estoy plenamente, de los beneficios que la
creaci?n de la Academia ha de reportar a mi siempre amada patria ga
llega, dif?cil me ser?a encontrar palabras con que aplaudir el patriotismo
pocas veces igualado de nuestros hermanos residentes en Am?rica, a
quienes debemos en primer t?rmino la fundaci?n de aqu?lla, y de nues
tros hermanos y amigos de aqu? que, con el celo m?s laudable y la m?s
exquisita diligencia; han dado ser y forma al pensamiento que segura
mente no habr? un solo coraz?n gallego que no se sienta orgulloso de
ver realizado en esta hermosa y culta y floreciente capital de Galicia,
destinada a figurar al frente del progreso cient?fico y la vida intelectual
del pa?s en que he nacido y al que me unen los lazos del afecto m?s
hondo y duradero que es capaz de abrigar coraz?n humano.
Rendido ya el tributo que mi deseo y mi deber exig?an al elevado
celo patri?tico, el noble desinter?s y la asidua constancia de los iniciado
res y fundadores de la Academia Gallega, ?para quienes solicito la ex
presi?n de vuestra gratitud y aplauso?, r?stame ahora, para ser conse
cuente con las ideas y los sentimientos expuestos, y cumplir, en el l?mite
de mis d?biles y gastadas fuerzas, los deberes que con motivo de la
presente solemnidad y por efecto de un exceso de benevolencia sobrado
confiada e indulgente, de la Junta de Gobierno, me competen, disertar,
siquiera por muy breves momentos, acerca de alg?n punto importan
te para Galicia, como me propongo hacerlo, eligiendo entre los mu
chos que pudieran convenir completamente al objeto, una de las p?ginas
m?s desconocidas, o poco menos que ignorada, de nuestra Historia
provincial de la Edad Media, que relacionada directamente con el renom
bre y celebridad de la hermosa ciudad vecina, y por lo tanto, de inter?s
com?n para el resto de las actuales provincias hermanas, se halla en el
caso de las que, por no haber sido hasta hoy objeto de la atenci?n que