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94 $olettn de la )lcademia Gallega
Zanjadas as? muchas diferencias, se trat?, al propio tiempo,
de unir m?s fuertemente a los oprimidos.
As? vemos como se constituy? en Santiago una especie de aso
ciaci?n o junta de defensa, para to cual consigue Alonso de Lan
z?s la correspondiente carta de autorizaci?n en la corte de Enri
que IV, hacia el a?o 1465, estableci?ndose luego los cap?tulos por
los que la hermandad deb?a regirse, entre los cuales hab?a el acuer
do de que ning?n villano o plebeyo pudiese criar hijo de hidalgo
y el de derribar todas las fortalezas de los se?ores y caballeros,
convini?ndose tambi?n en crear una caja para los gastos que so
breviniesen, sostenida por todos los miembros de la herniandad.
La asociaci?n no se limitaba a Santiago, sino que se extend?a a
a diversos pueblos, donde contaba con alcaldes o delegados a quie
nes se confer?an las .atribuciones precisas para el mejor ?xito de los
fines perseguidos, o sean los de la mutua defensa.
VII
Pronto se mostraron las hermandades desviadas del objeto
para que fueron constitu?das.
Exacerbadas las pasiones de los pecheros por la constante
opresi?n die los nobles e inducidos por caudillos que se propusieran
explotar la hermandad en vista de sus particulares intereses, lan
z?ronse los oprimidos a la batalla, dispuestos a dar el golpe defini
tivo al odiado poder?o . de los se?ores.
Los caudillos que aparecen al frente de este movimiento son
D. Pedro Osorio, Alonso de Lanz?s y Diego de Lemos.
Era el primer() hijo del conde de Trastamara y hermano del
marqu?s de Astorga D. Alvaro Perez, con cuyo apoyo contaba. An
siaba vengarse D. Pedro Osorio de los nobles gallegos ? especial
mente del conde de Lemos, quien contribuyera poderosamente a
que el padre de aqu?l y su hermano D. Luis Osorio hubiesen sido
arrojados de Santiago, los bienes de cuya iglesia usurpaba, aspi
rando a que el citado D. Luis fuese designado arzobispo.
Alonso de Lanz?s abrigaba un odio mortal contra la casa de
Andrade. Hab?a sido servidor de Fern?n P?rez, si bien por muy
poco tiempo, y de el recibiera sueldo.
Y, por Ultimo, Diego de Lemos, senor de Sober y de Ama,
rante, que era cu?ado del c?lebre conde de Camifia, ten?a tambi?n
resentimientos para con varies caballeros, y de un modo especial
para con la casa de Andrade.