$olettn de la $cademia Gallega 9
dos a la construcci?n de las fortalezas de los senores; era necesa
rio que sirviesen personalmente en la construcci?n de las mismas
y que pusiesen sus ganados a la disposici?n del se?or para el aca
rreo de los materiales. Levantada la fortaleza, empezaba para el
villano otra nueva serie de vej?menes; cuando pasase por ague
llas cercan?as hab?a de pagar pasaje, portazgo o pontazgo para la
conservaci?n de la fortaleza. Die la fortaleza sal?a el se?or para
robar la tierra, como el buitre sale de entre las pefias para arrojar
se sobre la presa, y a la fortaleza se restitu?a para guarecerse y
guardar el bot?n. Por Ultimo, de fortaleza a fortaleza solian ha
cerse cruda guerra los senores, y los pecheros pagaban casi siempre
las costas en estas luchas fratricidas. En una palabra, las fortale
zas eran como sombras que persegu?an y maltrataban a los pe
cheros en todas partes. ?
Tantos vej?menes de que se hac?a v?ctima al pueblo, era na
tural que determinasen la uni?n de los oprimidos y, como conse
<` cuencia de ?sta, la resistencia y lucha contra los nobles.Primero se atendi? a borrar diferencias que pudiesen hacer
m?s f?cil la cohesi?n de los rebeldes o que evitasen la misma rebel
' d?a. Un ejemplo de ello lo es, seg?n Lopez Ferreiro (1), la ave
nencia y conciliaci?n que celebr?ron; en 14 de Junio de 1467, el
arzobispo y cabildo de Santiago con 'los moradores de los cotos de
Caamouco, Lubre y Cerv?s; contrato ajustado en San Vicente de
Caamouco por Pedro Gonz?lez de Cesuras, cl?rigo de Santa Maria
de Ois, procurador del arzobispado, y por los can?nigos Luis de
P?ramo y Fern?n Suarez, procuradores del cabildo, y ratificado en
26 de Junio del citado alto. L?ese en el 'documento donde consta
dicha avenencia que, por hater reclamado los moradores de los
expresados cotos contra los tributos que pagaban a la iglesia de
Santiago, diciendo de ?stos que les eran ?graves de pagar? y que
les hab?an sido impuestos ?por tiran?a y potencia de homes po
derosos?, se les exime de la aludida tributaci?n, su,stituy?ndola a
perpetuidad por otra m?s llevadera.
An?logo sentido de avenencia y conciliaci?n inspir? a todas
las . corporaciones, asi eclesi?sticas como civiles, para, de este modo,
cohesionar gentes que sirviesen de valladar formidable a los des
manes y atropellos cometidos por los senores feudales.
? (1) Ob. cit., tomo I, p?ginas 8081.
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