292 BJLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Estas casuchas;ocres se destaca.n.violentamente,sobre el fon
do verde del oc?ano :
"la pintura de almazarr?n que cubr?a uniforme
mente las maderas de las seis barracas de dia:tra
zaba una linen de sangre sobre el fondo verdoso
o plomizo del oc?ano" (21).
Con estas dos : correrias Ia Pardo Ravin nos ofrece una vi
si?n impresionante del Norte de la ciudad.
En la novela, las descripciones acompa?an siempre las idas
y venidas de los personajes: As?, cuando el doctor Moragas Va.
a curar a Telmo que hab?a sido herido por los colegiales, la au
tora indica los lugares por donde pasa. En fin, cuando el doctor
y su interlocutor prosiguen ya fuera del casino su conversaci?n
sobre la pena de muerte, la Pardo Baz?n puntualiza que pasean
por el Terrapl?n y por, el muelle, y in descripci?n de la bah?a
acompa?a el c?loquio de los dos hombres.
No solamente La Piedr? Angular nos proporciona un plano
detallado' de las calles sino que esta novela' sit?a los edificios
p?blicos con precisi?n: el ''teatr? en 1a calle del Canal (en r?a
lidad' del 'Riego de Agua), el cuartel de infanter?a en el"'canpo
del Rastro. En fin, la autora describe la prisi?n que da sobre
el mar y, en forma humoristica, el Casino de la calle Mayor con
sus ornamentos de cristal.
Lo mismo en la Tribuna que en La Piedra Angular estos de
talles nos dan la ilusi?n de la verdad, tanto m?s cuanto que la
Condesa inserta en in relaci?n del pasado muchas frases en pre
sente,
precisamente en la cuesta r?pida que baja '.del
alto terrapl?n, donde se, asienta e1 cuartel de infan
teria, encontr? Telmo : una a tentaci?n" (22).
"El camino serpeaba y al trav?s de campos yer
mos rodeados de pe?ascales sub?a hasta el pro
(21) Ag., t. II, p?g. 338.
(22) Ag., t. II, p?g. 403.