BOLET?N DE LA ACADEMIA GALLEGA 35
sus aspiraciones y a enalteoernos ,enalteciendo la memoria de nues
tro gran poeta, es, como suprema garant?a de la ley, garantia su
prema de que esos sentimientos y aspiraciones de Galicia se con
viertan un d?a en realidad, para mayor gloria de Espana, cuyo de
coro y grandez.a ha de nutrirse e integrarse con el decoro y gran
deza de las comarcas naturales que la forman.
Bien hab?is dicho, senor Presidente de la Academia Gallega, al
decir que en adelante debe ser este monumento el altar inmaculado
de la civilidad, en el que ofrendemos nuestros votos a Galicia y a
Espa?a. Estad seguro de que La Coruna, avanzada pol?tica y
social de esta tierra, vanguardia de su civilizaci?n y antena sensi
ble de su civismo; La Coru?a, que guarda amorosa en su cemen
terio, brizado por las olas del Atl?ntico, los restos de esclarecidos
varones galle:gos, entre los que est?n tambi?n los del poeta Curros,
custodiar? con igual amor este monumiento, pensando que si all?,
cabe el mar, ,est? guardado lo que es mortal despojo del vate, aqul,
en esta gran?tica piedra est?, por un milagro del arte, plasmado su
esp?ritu, sintetizado su amor a la tierr.a ?que por ella suspiraba
desde la einigraci?n? y simbolizada su rebeldia creadora que
arroj? en el surco la simiente pronta a fructificar. Este sera, des
de hoy, el altar de nuestra ciudadan?a... Decidlo asi a esos ga
llegos elnigrados, que tanto af?n pusieron en la construcci?n de
este monumento. Decidlo as? a Galicia entera. Y vos, honorable
senor Presidente de la Rep?b]ica, llevad con el recuerdo de este
?cto la impresi?n indeleble de nuestra gratitud, de nuestra adhe
si?n, de nuestro respetuoso afecto. Y sabed que Galicia interpreta
vueslra presencia en esta fiesta civica como prenda segura de. (pie
sus legitimas ansias tendr?n ya siempre un eco, y sus demandas
de libertad y de justicia un noble valedor. He dicho.
La c?lida oraci?n del Alcaide de la Coruna fu? recibida tain
bi?n con nutridos y prolongados aplausos.
A continuaci?n el senor Alcal? Zamora pronunci? un discurso
admirable de concepto y de forma, que nos complacemos en re
producir :