Doletin de la Real AAcademiaGallega 97
precipitada fuga al enemigo, quien, por raz?n de haber sobrevenido la
noche, se qued? en una altura llena de pefiascos, ventajosamente situa
' l da. La divisi?n permaneci? a su vista, y se dieron ?rdenes para que la
primera y vanguardia se nos reuniesen al amanecer, pues sabtamos
positivamente que los enemigos h?b?an sacado de Lugo todas sue fuer
zas. En efecto, al rayar el d? a, atacaron sue avanzadas a las nuestras
con el ?mpetu que acostumbran, pero encontraron tanta serenidad en
nuestras tropas que los rechazaron precipitadamente hasta un cuarto
de legua de la ciudad en que, amparados de un bosque y de seis pie
zas de artiller?a del calibre de a 6, hicieron alto y se rehicieron. Los
nuestros lo ejecutaron tambi?n a eu vista, en raz?n del terrible tempo
s ral de aquel dfa y para esperar la vanguardia, primera divisi?n y dos
, piezas restantes de a 3.
?A las dos de la tarde se dispuso el ataque a los enemigos, mar
chando las columnas y dividida la artiller?a sobre los flancos derecho e
izquierdo. En el momento que nuestras tropas se pusieron en movi
miento, los enemigos hicieron un fuego tan vivo y sostenido de artille
Ha por el espacio de m?s de cuarto y medio de hora, que a las tropas
m?s veteranas y aguerridas las hubiera puesto en cuidado; pero flues
4 tros soldados, acord?ndose de que eran espaf?oles y de la just?sima
causa que defend?an, con repetidos vivas at Rey Nuestro Senor Don
Fernando S?ptimo, continuaron su ataque, sin que individuo alguno
diese sefial de flaquear. Los enemigos, viendo este valor extraordinario,
abandonaron eu posici?n, se pusieron en hu?da y sejencerraron en la
plaza seguidos de nuestras guerrillas hasta las puertas.
'Como el calibre de nuestra artiller?a no era capaz de batir sus
muroe, se trat? de cercar la ciudad, cuyo cerco fu? preciso levantar at
tercer d? a, porque el mariscal Soult, con eu divisi?n, volv?a de Portugal
por aquel camino y para evitar nos envolviese su caballer?a en el terre
no Ilano que ocup?bamos.
'El ej?rcito se retir? hacia Mondofiedo con el objeto de recibir
vestuarios, algunas armas y dinero qua ven?an de Asturias. En esta
' ciudad se nos incorpor? el Sr. General en jefe, quien, noticioso de la
vuelta de Asturias del mariscal Ney, trat? de que nos reuni?semos a la
divisi?n del brigadier D. Martin de la Carrera (en la que se hallan las
1 nueve piezas de a 4 que tenfamos en Portugal, y la cual el 23 del mes
anterior hab?a batido a los enemigos y entrado triunfante en Santiago);
en consecuencia del expresado movitniento nos hallamos en esta ciudad.
'Para que V. S. est? enterado del brillante modo de conducirse de
los oficiales y tropa del cuerpo en las acciones del 18 y 19 del mes pan
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