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96 Doletin de la Real Academia Gallega
teniente D. Martin Zarand?a (oficial acreditado) y a los subtenientes
D. Jos? del Barco, D. Vicente Vazquez y D. Pedro Gossens, asf como
a los artilleros, pues ni uno solo di? indicios de flaquear.
*Los tenientes coroneles D. Juan Mun?rriz y D. Mat?as de Ferraz,
que desempe?an respectivamente los encargos de Mayor general y de
brigada del Arma, han manifestado in valor decidido y su celo por el
bien del servicio, animando a los artilleros con su ejemplo, y dando
por sf mismos algunas veces direcci?n a las punterfas en los momentos .
m?e vivos del fuego.
?Mi ayudante, el capit?n D. Jos? Saravia, a m?s de su obligaci?n
respectiva, estuvo desde antes de empe?arse las acciones, agregado a
las piezas, acreditando su valor sereno, y por lo mismo considero a estos
tres oficiales muy acreedores a las piedades de S. M.; por ?ltimo, falta
rfa a lo que me debo a mi mismo, si no hiciera conocer a V. S. la satis
facci?n con que me hallo, de estar a la cabeza de un cuerpo en que
todos sus individuos, sin excepci?n, no desean m?s que sacrificarse por
la justfsima causa que defendemos.?Dios guarde a V. S. muchos aflos.
?Cuartel general de Villalba, 23 de Mayo de 1809.?Jos? Garcia de
Paredes.?Sr. D. Nicol?s Mahy.=
(Desde que di parte a V. S. de la acci?n de Villafranca del Vier
zo, en quo los pocos oficiale? y tropa del Cuerpo que se hallaron en ella
se condujeron con el honor que les es caracter?stico, tuvo el ej?rcito que
pasar a tomar posiciones on este Reino de Galicia, inmediato a la raya
de Asturias, y como a unas cinco o seis leguas de la ciudad de Lugo.
En esta posici?n se mantuvo al mando del mariscal de campo D Nico
l?s Mahy, enter?n regresaba el Sr. General en jefe de Oviedo, a donde
le habfan llevado asuntos de la mayor importancia.
*En uno de los reconocimientos que se vie, obligado a hacer el
ej?rcito para venir en conocimiento del n?mero de los enemigos, que
en fuerzas muy crecidas supon?an todas las noticias trataba de inter
narse en las Asturias, se encontr? la segunda divisi?n al mando del
mariscal de campo D. Francisco Taboada y Gil con los enemigos. El
General en segundo D. Nicol?s Mahy, que con todo ?u Estado Mayor
ven?a con la citada divisi?n, dispuso, a pesar del terreno llano que
favorec?a a los enemigos por raz?n de su caballer?a, que se les atacase ;
en efecto, marcharon las columnas con dos caeiones de a 3, largos in
gleses, (de los cuatro que tenemos de este calibre, acomodados sus ca
rruajes al carril del pafs), y consiguieron on un momento poner on