$oletln de la Real Academia Gatl?g? t$y
disc?pulos de las escuelas, de las que saldr?n como ?maestros que
vayan ense?ando en las villas y aldeas de cada .provincia? . A?ade
.quo la direcci?n de la f?brica de Ribadeo correr? a cargo de Zester, ?
que se valdr? de las personas que ileva consigo .
El 4.Q manda que en las f?bricas no se empleen linos y c?
? ?amos del reino; todos los que se consuman deben intr?oducirse
del extranjero.
Para la recolecci?n y dep?sito de dichos materiales, se ban de
hacer ?dice el cap?tulo 5.0? tres almacenes, uno en el puerto de
Gij?n, otro en el de Ribadeo y otro en el de Padr?n, ?por su mayor
proporci?n para desde all? dirigirlo a las 3 casas de ense?anza y
adem?s puntos que convenga?.
El cap?tulo 6.Q dispone que haya; adem?s, un almac?n par
ticular en cada hospicio, y que, por lo que toca a R?badeo, ?el
Dr. Zester tome : providencia oportuna para conservar el lino y
c??amo bien acondicionados. ?
El capitulo 7.0 considera que ?como es regular se multipli
quen en varios paraxes de las dos provincias estas mamifacturas
a medida que la ense?anza se propague en ellas, no hay necesidad
de destinar sitio para parque donde se tiendan las telas, subcedien
do lo mismo con la oficina para recoger los Hilados, pues cuando
la gente hile y texa de su cuenta estos g?neros, que es a lo que se
aspira, no son necesarias estas oficinas porque cada casa consti
tuye una oficina especial de la familia?.
Manda el cap?tulo 8.Q que se construyan tres prensas, una de
cada casaf?brica, y que todas est?n ?al cuidado, direcci?n y con
ducta? de Zester, quien dispondr? la construcci?n de ocho rastri
llos de Vic, que se consideran necesarios para beneficiar el lino y.
c??amo del Norte y separar los desperdicios del cerro de la es
topa. Estos rastrillos ?contin?a diciendo el mencionado cap?tulo
se podr?n imitar despu?s y construir en aquella costa, para propa
gar por este medio la perfecci?n en rastrillar el lino y ???amo en
ram; atendiendo a que ahora no se puede hacer en Galicia nil
Asturias con econom?a respecto a dhos. g?neros, por no ser adap
tables a ellos los rastrillos de que ahora se usa en aquellas pro
vincias. ?
El cap?tulo 9 dice que ?se repartir?n de balde los tornos,
telares y rastrillos a la gente aldeana y a los pobres de las ciuda
des y villas, ense??ndoles su uso, a lo que les exhortar?n los p?
rrocos por la utilidad que ha de resultar a aquellos naturales .y al
?