Doletin de la 1eal jlcademia 3, 5
'ympedimentos que se os pongan en la planificaci?n, direcci?n, go
bierno y propagaci?n de dha. f?brica o casas de ensefianza de cre
g?elas o coletas, brabantes y cinter?a de ylo, fina y ordinaria, a
fin de que se logren nuestras Rs. yntenciones de facilitar todos los
alivios posibles a los basallos, d?ndoles una ocupaci?n util y. on
rQsa, adem?s del beneficio que en coni?n resulta al Estado de con
tener las grandes sumas de caudales quo para la compra de estos
x?neros se extraen fuera de el Reino ? .
La contestaci?n del Director general y diputado del com?n,
terminaba con un extracto de los cap?tulos 3 y 25 de las Instruc=
ciones, en los cuales se dice que la direcci?n de la f?brica de RI.
badeo hab?a de correr inmediatamente a cargo del propi? Zester, a
quien se le daban amplias facultades para res?lver todo lo. no pre
visto en dichas reales disposiciones, ?por fiar a su cuidado, onrra
dez e ynteligencia el desempe?o de esta ymportante empresa?.
Deshechas las dudas del Concejo y de ?los naturales?, Zester
pudo poner manos a la obra sin p?rdida de tiempo. Al comenzar
el mes de Febrero del mencionado a?o 1775 se trabajaba simul
t?neamente en los cimientos de la f?brica y en terraplenar la cal
zada que iba de la villa a la ermita de la Virgen del Camino (per
teneciente entonces a la parroquia de. Ove), y por la cual hab?an de
acarrearse los materiales para el nuevo edificio.
En estos trabajos se empleaban, por orden de Zester, vatios
labradores del contorno, con sus carros y ganados; y habi?ndose
quejado aqu?llos al Procurador general, porque, al parecer, no se
les abonaba jornal alguno, dicho Procurador ofici? al alcalde en
careci?ndole que mandase suspender el terraplenado, que se indem
nizase a dos vecinos cuyas casas se comprend?an en el terreno ex
propiado para las obras en marcha, y que se quitase a los labra
dores de aquel ?inutil trabajo ?.
El alcalde replic? que la calzada (1) ?se halla fuera de Ios
t?rminos de villa y su curato, adonde no, se extiende ni alcanza f a
cultad alguna al Procurador general? ; que la f?brica es cosa del
rey y que Zester present() las instrucciones que le autorizan para
acometer las obras en cuesti?n.
No se conform() el Procurador general con la desabrida contes
taei?n del alcalde, y consigui? que, contra la voluntad de ?ste, el
Concejo se dirigiese de nuevo al Director general de las f?bricas de
(1) La actual avenida de San Roque.