BOLE'I?N DE LA ACADEMIA GALLEGA 269
da por'el autor a la ciudad .y lierra que fueron para ?l una.se
gunda patria.
L?stiula grandc ha sido' que esta Ilisloria, de la eual sola
Inentc pudo publicar siete vol?menes, no haya quedado completa,
porque de ser 'as? hubiera constitu?do para Lugo y`s?''pro?incia.
el archive, de sus glorias y el perenne memorial de sus 'gestas,=hoy
esparcidas 'en la obra imperecedera lodav?? de Fl?rez y de Risco,
en monograf?as no muy"ab?ndantes o en obras de' cr?tica comple=
tamente nula e influ?das por las patra?as de los falsos cronicones,
como el Ianioso y conocido libro del Dr. Paltares y Gayoso.
Labor de tal naturaleza no podia menos de atraer sobre la fi
gura de su autor la atenci?n do todos los centros culturales, Por eso
llovieron sobre ?1,' aun cuando en menor medida de la correspon
diente a sus m?ritos, honores y las distinciones acad?micas,
am?n de los m.?ltiples premios obtcnidos en p?blicos y re?idos
cert?menes.
Fu? Amer Mel.l?n, adeni?s de Acad?mico fundador de la Ga
ilega, individuo correspondiente de la de Bellas Artes, quo 'le di?
entrada en la Comisi?n ;provincial de Monumentos de Lugo; aca`
d?mico de , la do Buenas Letras de Barcelona, Bellas Artes y Cien
cias de :Toledo, del Instituto Hist?rico do Minho y socip honorario
de la Arqueol?gica de Pontevedra, distingui?ndole ad?ni?s la mo
narqu?a con e1 titulo de comendador d? la Orden de Alfonso XII.
Era moralmente Amor. Meil?n un hombre bueno, cuya ;mo
destia le tuvo siempre reclu?do en el solar y la tierra nativas, cuan
do sus indiscutibles ?m?ritos 'pudieran..haberle hecho brillar en
m?s amplios .y m?s dilatados horizontes.
1Tasta en sir aspecto f?sico de hombre fuertc y de corteza un
tanto ruda, se transparentaba esta modestia, que a veces degeneraba
en t?mida ; y , aun ?spera hosquedad, haciendo un poco . premiosa e
intermitente su palabra, en especial cuando le?a en p?blico alguna
de sus m?s celebradas composiciones,
Aun nos parece v?r a nuestro llorado amigo ' en los escenarios
del'' Teatro'y del C?rculo de las Artes lucenses, envuelto' en '`ajus
iada levit? y leyendo con cello un tanto torvo .y mirada'levemente
recelosa? odas y 'mon?logos prcmiados, para cuyo relieve ante el
p?blico, faltaba el arr?nque ent?siasta y el nervio que debe? pros
tarles el ' arte del recitador; don que le' fu? negado por la Natura
leza, eomo se lo neg? a Gald?s y aun a Men?ndez'Pelayo,` no obs