BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 503
este rey gallego empu?? muy pronto el cetro de Castilla; sucedie?do en
el trono a su, abuelo Alfonso VI, 'y,oeste hecho impidi? que la Galicia del
norte, acaso unida a la del sur, siguiese' libremente su propia = vida como'
lo hizo m?s tarde ?sta bajo el nombre de Portugal.
Sabido es que si un pueblo ve condrasarse sus aspiraciones en la acci?n
de una figura de' prestigio que , las encauza y dirige, aqu?l podr? ver
realizados sus deseos;, pero si los jefes, guiados por la propia ambici?n, o
particulares intereses, no coinciden con los anhelos: populares, ?stos per
manecer?n insatisfechos. Tales han ;sido probablemente las diferencias
m?s esenciales entre las ideolog?as de independencia de Portugal y. de
Galicia, puesto que, m?s tarde, despu?s de la tragedia de Ment'iel, y pos "
teriormente a la muerte de Enrique IV; algunos ilustres 'barones gallegos
intentaron disgregarla del reino castellano y unirla ' a Portugal; pero
estos condes gallegos '.no encontraron por parte '' de los reyes portugueses
ni el inter?s ni el tes?n suficientes para enfpentarse con Castilla, y prei '
firieron encerrarse en su territorio abandonando a Galicia a sus propios
medios, que eran escasos para luchar contra el poder castellano, entonces
potente y aguerrido, y en cuyas filas figuraban tambi?n algunos mago
nates gallegos m?s apegados a la corte central que.'. a su propio pa?s, 'con
o : ? tribuyendo estas disensiones a reducir las fuerzas y los medios disponi
bles 'de los partidarios del reino independiente de Galicia. Asi continuaron
separadas las dos partes, norte y sur del Mi?o, que un?a, una sola lengua
y una m?sma cultura.
Tampoco esa consecuencia ?afirma Mandes Correa=, como pretende
el profesor Dami?n Peres, de una oposici?n entre Galicia, densamente po
blada y estable desde tiempos remotos, y las gentes del sur del r?o Mi?o,
regi?n recientemente poblada por individuos por ventura de estirpe di
versa , de la de los gallegos, resulta cre?ble ante un hecho bien elucida
tivo: es que, tambi?n refiri?ndose a las tierras gallegas, textos de los
siglos vui y ix hablan de ruinas, desiertos, repoblaciones y restauracio
aves... AlIerto Sampaio refi?rese a ,los casos de las ciudades'y..territorios
de Orense y'Lugo, que' los documentos autorizar?an a, suponer convertir ,
dos en ruinas y yermos, si un an?lisis m?s amplio y menos : literal no
mostrase a aquel autor, como le mostr? para el sur del' Mi?o, que las cosas
no eran tan t?tricas y que, a trav?s de tantas, devastaciones, hab?a all?
?y all? permanecieron? gente y ppblados que simplemente cambiaban
de se?ores...
Bajo el punto de vista ling??stico, el profesor Dami?n Peres da una
importancia' ?que juzga excesiva Mendes Corr?? a tres hechos pro
tensamente demostrativos de que para nada intervino, la lengua en la
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del ?romance rom?nico de Occidente?, le exclusi?n de las tierras de Mi'
randa de ? esa ?rea; en fin la extensi?n de ?sta en el sur de aquellas tie'
rras, muy hacia el este de ,la actual frontera portuguesa. Por lo que res
pecta a Galicia, veri?icar?ase, efectivamente, que pueda m?s la voluntad de
los hombres que la individualidad de ella ante Castilla y que los profundos
lazos naturales que, con las reservas ya expuestas, establec?an la apro(
ximaci?n entre ella y Portugal. Pero porque ?ste se destac? de aqu?lla o
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