? $oleltn. de la Real 5 cademia Gallega 307
ca (i); y el Sr. L?pez Ferreira, hablando de los descubiertos en las rocas ? ?
de San F?lix de Salovio, afirma que eran ?como otros del tiempo de los suevos?
por cuya raz?n supone, y as? lo dice, que pertenec?an a los siglos v y vI (2).
Aunque las razones no me parecen de fuerza, no por eso me atrevo
a negar que puedan ser, tanto los unos como los otros, de origen visig?
tico o germ?nico, sobre todo teniendo en cuenta que muchas de estas se
pulturas debieron ser trabajadas en ?poca tan lejana, aunque en Espa?a
venga desde m?s antiguo el tallar los sepulcros en la roca a la manera de
las necr?polis italianas, c?mo los sepulcros de los Pompeyos cerca de
Baena y los de Osuna citados por H?bner (3), siquiera la forma antro
poide no aparezca, por lo menos en Galicia, hasta los primeros siglos de
humildad con que muchos de los nobles m?s distinguidos e ilustres dispon?an
su entierro, como antes hemos visto, las cortas proporciones que ten?an las igle
sias rurales de entonces y la misma forma de muchas de las l?pidas que hoy se
conservan de algunos sepulcros de personajes famosos, entre ellas la del Conde
Munio Pel?ez, ya citado, bien nos dicen que lo m?s frecuente por aquellos tiem
pos era enterrar los sarc?fagos de manera que las l?pidas que los cubr?an que
dasen a nivel del pavimento, ya que lo principal para las gentes de entonces era
que el techo de la iglesia por ellas preferida, cubriese amorosamente sus sepul
cros, como puede f?cilmente deducirse de las muchas donaciones que en los siglos
medioevales se hac?an, especialmente, a los monasterios, tan solo para tener el
derecho, expresamente manifestado, de ser enterradas dentro de las naves de
sus iglesias. Donde m?s puede fijarse la jerarqu?a dedos sepulcros es en el lugar
que, dentro de cada templo, ocupaban, porque la ?nica aspiraci?n general de
entonces, en el sentido del lujo y del misticismo, era la de enterrarse en el pres
biterio a falta de capillas sefioriales propias. Recu?rdese el antiguo romance de
Gandoli?os (a), cuando dice: .
?Ella como hija del Rey
La entierran al pie del altar,
Y ?l como hijo de Conde
Un poquito m?s atr?s.?
(1) Art?culo ya citado. Tambi?n en la p?gina 574 del tomo I de su monu
mental Historia de la Arquitectura Cristiana Espa?ola, al hablar este ilustre
arque?logo de la iglesia de Santa Eulalia de la Espenuca, se ocupa incidental
mente de estos sartegos.
(2) Historia de la Iglesia de Santiago, p?gina 9 del tomo II. Seguramente
que a esta opini?n, ?nica autorizada que se ha publicado en Galicia, se refiere el
Sr. Lamp?rez cuando, al ocuparse de los sartegos de la Espenuca, dice que en el
pa?s (se refiere a Galicia) son tenidos por visigodos. (P?gina y obra citadas en
la nota anterior).
(3) La Arqueolog?a en Espa?a, p?gina 254.
(a) Del que publiqu? una versi?n o variante en el n?mero 42 de este BOLET?N.