250 jolettn de la Real Academia Gallega
aquella prodigiosa fuente de energ?a y belleza tribut?, generosa, a la
entusiasta contemplaci?n, al atento y sereno examen de asuntos, perso
najes y problemas de Galicia en libros tan magn?ficos y aclamados por
la fama como ?Los Pazos de Ulloa?, ?La madre naturaleza ?,
?Morri?a?, ?El cisne de Vilamorta?, ?La Tribuna?, ?Una cristiana?,
?De mi tierra?, ? Estudio sobre el Padre Feij?o ?; en aquel monumen
tal ? San Francisco de As?s ?, pensado y comenzado a escribir bajo la
sugesti?n del arte y el ascetismo de nuestros monasterios y nuestros
monjes, y en centenares de cr?nicas, cuentos y art?culos que son, cada
uno, joya preciada en el soberbio collar de gemas que preclaros talentos
han hilvanado para rodear el cuello augusto de nuestra amada regi?n
y demostrarle su veneraci?n y cari?o.
De la excelsa triada de mujeres gallegas?ea qu? mentar sus
nombres, si brillan en todos los corazones??, ya s?lo queda, encom?n
dado a la adoraci?n de quienes siempre hemos de rendirle culto, lo
que es inmortal y perenne, la ingente magnitud de la obra??ureo
legado que labra valor eterno y trascendente a las vidas creadoras de
aquellas ilustres damas, personificaci?n suprema, providencialmente
escogida, de lo que es selecto en nuestra raza; de la mujer galaica.
Triste sino el de esta tierra, que ve c?mo, una a una, van apag?n ?
dose las estrellas que en el firmamento le eran propicias; sin; que el
nuevo crep?sculo le ofrezca, para alumbrar la esperanza en m?s
risue?os d?as, otras radiantes luminarias que encendiesen la f?, con
fortaran y alentaran los corazones y elevasen los esp?ritus hacia el
ideal de perfecci?n! Infausta suerte la de un pa?s que ha de so?ar con
porvenir de gloria, a trav?s de un presente en que la juvenil mediocri
dad no crea sin? imita, no construye pero trastorna, no piensa, des
var?a; la de un pa?s que ya no contemplar? m?s las benignas luces que
eran como miliares diamantinos en su V?a Augusta y le invitaban a
recogerse en la meditaci?n de lo que el Futuro le exige para el triunfo:
Esp?ritu sereno y bondadoso; amor intenso a la tierra, hecho poes?a;
esfuerzo y perseverante estudio para lograr alzarse a las cumbres,.
hincar all? el espl?ndido y victorioso gonfal?n, y gozar, sin v?rtigo, de
la hermosura de estos valles y la riqueza de aquellos campos, hermanos
de siempre!
Sea leve la tierra al despojo mortal de la coru?esa eximia. Que la
memoria de lo que ella fu? y el m?rito de su alt?sima labor perdurar?n
entre nosotros eternamente.
F. MART?NEZ MORAS.