36 BOLET?N. DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Me parece que s?, aunque su horizonte no est? delimitado. Entre
estos prestigios creadores quiero poner al barbado poeta don Fran
cisco; de la Iglesia, que pase? su musa luminosa, activa y hu
milde por todo el correr del XIX. Su figura, de personaje b?blico,
no lleva; otro emblema que una violeta de grato aroma. En el cap?
tulo siguiente puntualizar? mejor estas ideas.
Ahora para terminar el presente, y completar la ojeada so
mera, debemos notar la existencia de algunas academias cient?ficas,
ateneos art?sticos, liceos literarios y tertulias, todo caracter?stico
del tiempo, y sin m?s duraci?n que la flor de un d?a. Tuvieron
correspondencia con otros centros culturales an?logos, de b?llegos
emigrados, que funcionaban en, Madrid (1), Habana y Buenos Aires.
El campo se fu? ;abriendo. Se surc? la tierra m?s hondamente
y surgieron los trabajadores concienzudos, que orientaron sus es
tudios por la Geograf?a, la Historia Natural y la Etnograf?a. El
peri?dico, la c?tedra y los viajes contribuyeron 'a este adelanto.
Se ech? la base de los estudios jur?dico, social, militar, lin
g??stico y literario, de Galicia. No ser?n todo lo logrados que se
deseen estos esfuerzos; porque talles disciplinas eran a?n nuevas,
pero tienen, en cambio, dos cualidades sobresalientes : amor y
verdad.
LA IGLESIA, POETA L?RICO Y RELIGIOSO.
Los antiguos cantores de la H?lade sol?an ser rapsodas erran
tes que llevaban su carga de m?sica y cantares, de pueblo en pue
blo, haciendo el oficio de esos p?jaros diminutos que se meten en
el c?liz de las flores para buscar comida, y recogen en sus' alas el
polen de unas flores que, al posarse en otras, las har?n fecundar.
El poeta es un captador de motivos y un sugeridor de ideas.
Pero aquellos tiempos heroicos fu?ronse ya para no volver,
y con los tiempos cambian las costumbres y cada hora nos trae
su nuevo af?n. No son ya los propios poetas quienes recorren los
rincones de su patria en peregrinaci?n de amor, sino que va su
alma en sus versos; es decir que, sin tocar a la tierra, pasan c?mo
(1) Con el t?tulo de ?La Galicia Literaria? fund? Vesteiro Torres
una sociedad literaria que [empez? a funcionar en Septiembre de 1875. 'Dur?
unos meses