'I30LET?N DE LA +. REAL a ACADEMIA GALLEGA :33
,Para hacer , una ; rese?a de ; conjunto ? y buena bibliograf?a del
siglo, pasado ,en Galicia, hay hecha una, m?nima' parte de; lo que
falta, pues, las ?ltimas tentativas ;"de' Alvaro ? de las 'Casas y' el
P; Jos? Mouri?o; (Marqu?s de Sabuz), no pasan de ;,ser meras
diletancias. Como dejo apuntado en la introducci?n, los eruditos
gallegos deben enderezar primero "sus!, tareas a estudios ,:monogr?
ficos, si se : quiere lograr una s?ntesis verdad. , ?
::No:: faltaron : quienes, m?s conscientes 'de las necesidades .de
apuntalar la ; lengua, no se resignaron 's?loD? publicar lo /propiob
sino que; vali?ndose ,de traducciones; 'adaptaron., .poes?as latinas y
castellanas. Antonio de la Iglesia tradujo a Guti?rrez 'de Cetina'y
otros cl?sicos; Francisco de la' Iglesia a Rubi? y Ors; : Balleste
ros (1) tradujo colosalmente el ?Popule meus, ,g?id feci tibi?,, que
canta la Iglesia el Viernes Santo . durante la adoraci?n de la Cruz;
el mismo Ballesteros .parafrase? una lamentaci?n de Jerem?as ' (2);
otros traduc?an .a . Horacio ; y no : pocos se adornaron "con : balais
advenedizas. ;
Dos a?os antes de publicarse Aires da nii?a,terra, tercera co
lumna del edificio renacentista, publicaba en Lisboa Te?filo Braga
una edici?n popular, aunque mendosa, del Cancionero de la Vatica
na, descubierto por Wolf. El de Ajuda antes y luego el Colocci
Brancuti, vinieron a descubrir a los ; gallegos tesoros inestimables
de los albores de su lirismo. Pero fu? aquel un conjuro que a nadie
conmovi?, porque nadie se di? cuenta de ello hasta muy tarde;
no tiene efectos ulteriores.
Entretanto nos constitu?amos fervientes "admiradores de los
catalanes (seg?n confesi?n de Saco y Arce) (3); y contempl?bamos
como ?se afanaban por la restauraci?n de su provincial' literatura?,
, y como intentaban renovar la tradici?n de un siglo de oro. j Y nos
otros que lo hab?amos tenido espl?ndido, nos cruz?bamos de brazos!
Ni m?s larde, 'cuando Angel Guimier? nos lanzaba aqu?l f?nebre
, ap?,strofe :?Saludo a Galicia, iaf?oradiza y paciente como Catalu
?a, ..::, ?;( 4) con aquellas palabras buriladas a fuego, se logr? 'otra
cosa que rasgu?ar un tanto la epidermis gallega.
(1) Impreso en La Coru?a en Marzo do " 1879.
(2) Versos en dialecto gallego. Madrid, 1878.
(3) En el pr?logo el libro de Ballesteros.
(4) Discurso pronunciado en los Juegos Florales de Barcelona, el 5 de
Mayo de 1889. Barcelona, 1889, p?g. 14.
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