416 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
par?se en Le?n y logr? que el santo .rey lo retuviese junto a
s? y lo hiciese compa?ero de asonadas y peregrinaciones. La
moza enamorada que pensaba en ?l, volvi? un d?a la vista
hacia Ferreiros, por donde ven?an los peregrinos de Francia,
y cant? de esta manera:
A Santiago en romer?a ven
el rey, .madre, prazme de coraz?n,
ca verei el rey que nunca v?,
e meu amigo que ven con ?l.
? (C. V. 458).
Lo que despu?s haya pasado permanece en el silencio his
t?rico que bordea todas las figuras de alg?n relieve, y es im
posible adivinar si qued? ya adscrito al clero compostelano o
si volvi? a Dios, y fu? despu?s colaborador del rey sabio en
la redacci?n de las C?ntigas de Santa Mar?a.
Con lo dicho se puede ver que Airas Nunes figura en la
edad de los esplendores de .la lengua gallega, cuando en Cas
tilla y Portugal bajan los reyes a jugar trovas con los jugla
res, y as? Alfonso X como don Den?s comparten con sus s?b
ditos la hegemon?a po?tica del finisterre rom?nico.
En esta sabidur?a medieval., amplia plaza en la que con
verg?an todos los esp?ritus selectos de aquel tiempo, no est?
solo Airas Nunes, sino que a su vera se mueven otros poetas
galaicos y castellanos, acaso muy dispares en car?cter yen
gustos, pero que, unidos en el v?nculo de la lengua, crearon
para nuestro solaz un vivero de canciones.
Las p?ginas que siguen son el estudio imperfecto del arte
y la ideolog?a de Airas Nunes, en cuanto es dable penetrar en
los secretos de un poeta. ?
CAPITULO II
EL AMOR Y EL ARTE
Toda la Edad Media fu?, m?s que una alborada de arte
y de amor, la plenitud de esos dones que la divinidad concede
a los mortales, y que el maestro Mateo supo captar en la ac
titud y en los rostros de sus esp?ritus, hechos piedra, en el
P?rtico de la Gloria. Siempre que se quiera adivinar el alma
?