rs6 ljoletln de la Real Academia Galtega
cesivos de tal?n, es includable que el de doble anillo pertenece,
como es natural, a los ?ltimos tiempos de este periodo. Pero aunque
Montelius, perfectamente documentado, ech?, como el propio D?
chelette nos dice, las bases de un sistema de clasificaci?n con di
visiones precisas y m?ltiples, y por los sincronismos de los des
cubrimientos de Troya y Micenas se puede establecer el orden de
sucesi?n de los per?odos con cifras aproximadas, es lo cierto que
los prehistoristas espa?oles, si admiten en general y con ligeras
variantes la cronolog?a establecida por Montelius y D?chelette, no
acaban de aceptar para la Edad del Bronce en nuestra peninsula la
clasificaci?n en per?odos por ellos formulada. La raz?n para el se
?or AlvarezOssorio est? en la dificultad de acoplarlos a ella por
las diferencias notables de nuestra cultura con la del resto de
Europa (1).
Para Siret s?lo tiene la Edad del Bronce en nuestra peninsula,
despu?s del periodo de transici?n o eneol?tico, dos fases, la arcaica
y la reciente, que bas?ndose principalmente en el sistema de en
terrar y en la proporci?n del esta?o en los bronces, atribuye a dos
razas distintas, ind?gena la primera, e introductora de la civilizaci?n
del bronce la segunda; y adelant?ndose a los reparos que puedan
oponerse a lo elemental de la clasificaci?n, nos dice, que esta di
visi?n en dos per?odos hace perder en precisi?n pero ganar en cer
tidumbre (2). Aunque se le discuten los razonamientos que alega y,
sobre todo Humbert Schmidt, como antes dijimos, rebatiendo su
opini?n, un tanto tendenciosa (3), ha sentado que el bronce no debe
considerarse como importaci?n de pa?ses desconocidos sino como
?producto espa?ol de la temprana edad del metal? es lo cierto que
la clasificaci?n en dos per?odos perdura establecida, siquiera los
prehistoristas espa?oles consideren al segundo como sucesor del
primero, contra la opini?n expuesta y mantenida por Siret.
El Sr. Bosch Gimpera, que tanto viene estudiando la prehisto
ria de nuestra peninsula, distingue dos civilizaciones sucesivas bien
marcadas y muy desiguales en duraci?n, la de los comienzos o pe
r?odo inicial, la arg?rica, de personalidad bien definida, de 2.500
a 2.000 a?os a. de J. (aunque su t?rmino se hace dif?cil de fijar) y
(1) Una visita al Museo 4rqueol?gico Nacional, p?gina 26. Ma
drid, 1925.(2) Obra citada, p?ginas 71 y 343.
(3) En el sentido de llevar hacia los celtas franeeses el origen del
bronce en nuestra peninsula.
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