Los MONASTERIOS CISTERCIENSES GALLEGOS 83
deseando pertenecer a alguna orden religiosa, otra vez recu
rrieron al emperador, quien interpuso su valimiento para que
San Bernardo les enviara algunos monjes que les instruyeran
en las disciplinas del C?ster. La llegada de los monjes de Cla
raval la se?alan los cr?ticos modernos en 1141. Desde esa fecha,
hasta 1835 lo habitaron ininterrumpidamente monjes cister
cienses, salvo el per?odo constitucional 18201823, en que fueron
expulsados. En 1835 nuevamente fueron arrojados de manera
definitiva, sigui?ndose un lapso de 95 arios, hasta que de nuevo
volvieron los monjes del C?ster a tomar posesi?n de su antiguo
monasterio, en 1930. En 1977 fue restituida a Osera la digni
dad de abad?a, que no hab?a logrado ostentar desde 1835.
Osera fue considerado desde muy antiguo como uno de los
monumentos m?s grandiosos de Espa?a, tanto por la magnitud
como por la calidad de sus edificios. Las edificaciones conser
vadas en pie ?parte medieval, parte moderna? ocupan una
extensi?n aproximada de unos 40.000 metros cuadrados. Est?n
divididos en seis grandes cuerpos: la iglesia, el primer patio
denominado de caballeros, el segundo conocido por patio de
los medallones, el tercero de los pin?culos, un saliente hacia el
norte, que forma la biblioteca, y otro saliente hacia el sur, des
tinado en los tiempos antiguos a dormitorio de ancianos.
Es notable la iglesia rom?nica de fines del XII y comienzos
del XIII, de tres naves, planta de cruz latina, bell?sima girola
o ?bside interno, rodeada de cinco capillas absidales. Sobre el
crucero se alza la airosa c?pula o cimborrio octogonal, reali
zada por el monje Fern?n Mart?nez en 1282. Se han hecho
desaparecer del templo muchas adherencias acumuladas en su
interior en el curso de los siglos, pudi?ndose contemplar hoy
?despu?s de la reciente restauraci?n dirigida por un monje de
la casa? en toda su pureza de l?nea primitiva. Presidiendo la
girola se halla la imagen sedente de la Virgen, Santa Mar?a la
Real de Osera, estatua en piedra policromada del siglo XII, una
de las primeras de Espa?a en que aparece lactando al Ni?o.
La sala capitular, de gusto g?tico decadente de fines del si
glo XV, de factura bell?sima, por sus palmeras incomparables
hacen de esta pieza una de las m?s interesantes creaciones de
su g?nero. Las dos fachadas ?la de la iglesia y monasterio?
forman ?ngulo y un conjunto armonioso de gran vistosidad y