80 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
y Chipre deb?an acudir cada siete a?os. Los de Grecia, Suecia,
Noruega y Lituania cada cinco. Irlanda, Escocia, Sicilia, Por
tugal y Galicia cada cuatro. Frigia, Hungr?a, Le?n y Castilla
cada tres. Navarra; Arag?n y Catalu?a cada dos. Los de Ingla
terra `y dem?s pa?ses m?s pr?ximos estaban obligados a acudir
anualmente. El lugar de reuni?n fue siempre C?ster ?en la
Borgo?a?,salvo rar?simas excepciones en que por circunstan
cias adversas fue preciso reunirse en alguna granja dependiente
del monasterio. Desde 1209, la fecha oscilaba alrededor del 14
de septiembre, y m?s tarde se concret? el comienzo en 12 del
mismo mes, pr?ctica que se ha venido observando hasta nues
tros d?as, en que se celebra cada tres a?os y en el lugar y fecha
concretados en el cap?tulo precedente
Ya hemos insinuado que el fin primordial del CG era la sa
lud de las almas, la observancia de la regla, el desterrar los
abusos, trazar nuevos planes para mejorar y mantener en todo
su vigor la disciplina. Cada abad?a deb?a ser visitada cada a?o
por el padre inmediato 4, y en ella se daba cuenta de la marcha
observancia, del estado de la comunidad, del comportamiento
de los religiosos, incluso del propio abad y .dem?s empleados
del, monasterio. El visitador tomaba nota de todo lo negativo
que se le iba exponiendo en el escrutinio secreto de los monjes
?desconforme con la regla y dem?s observancias prescritas?
y eso era una de las principales aportaciones al CG. Reunidos
todos los abades seg?n hemos dicho, se daba cuenta, casa por
casa, del statu animarum, y de la marcha de la observancia en
las mismas. En el momento en que se pasaba revista a la si
tuaci?n espiritual de un monasterio, sol?a estar ?presente el pro
pio abad, salvo en contadas excepciones en que se le mandaba
retirar, sobre todo, cuando hab?a que tomar alguna grave de
terminaci?n sobre ?l o su casa.
Realizado el informe por el visitador, se dictaban las dispo
siciones conducentes a solucionar los conflictos, o bien se im
pon?an los castigos correspondientes, dictados por el grupo de
abades que ten?an a su cargo velar por la pureza de la disci
plina.
Los ?ltimos cap?tulos se han celebrado en Roma, o en alg?n lugar pr?xi
mo, debido a la facilidad de poder recurrir a la Santa Sede con toda rapidez en
caso necesario.
As? es llamado en el derecho cisterciense el abad de la casa por quien
ha sido fundado el monasterio visitado.