1.90 BOLETIN ,DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
con mis 'pensamientos, vagabundo entristecido,' calles y c?f?s...:
Dace` treinta y seis horas que mi imaginaci?n, 'pel?cula'`de c?ne:
mat?grafo, va present?ndome, cuadro tras cuadro, treinta :.y
cuatro a?os de mi vivir"...
A afro' amigo le env?a una tarjeta postal, rog?ndole le escri
ha. La fotograf?a es todo un poema y tin s?mbolo. Con Condo de
pinares, una moza gallega, de semblante aut?nticamente .rosa
liano, con el c?ntaro apoyado en la cadera, y esta leyenda al pie:
"Camino de la fuente". Tambi?n ?l iniciar?a su camino dentro,
de unas horas en busca de la fuente de la vida. ?La encontrar?a?
De momento ha de contentarse con la realidad prosaica de
su primer empleo en la comercial "Revil, C.", auxiliar de
carpeta, para anotar partidas de ventas a plazos y el detalle de
cobros a pasar a Tenedur?a. Y un nuevo s?mbolo en la calle en
donde reside: Refugio, 2, B, esquina a Morro.
Pronto abandona el empleo y La Habana. En el mes de no
viembre se encuentra ya en Sagua la Grande, provincia de Las
Villas, en "Vasconia. Arruza Berineua & C.`, S. en L. Importa
dores de Ferreter?a y Locer?a, ,Maceo,' 34", con el cometido que
refleja su in?dito "Romance descabellado que un ausente de
su patria ? con el pensamiento en end, ? escribe en j?bara fa
bla"..., "y en la calle de Maceo de la pintoresca Sagua, un
pueblo que tiene r?o, tres teatros y mil casas, cuatro igle
sias protestantes, una turca.y.dos romanas"..., "a vueltas con
dos mil folios que son otras tantas p?ginas ? y son otras
tantas cuentas ? corrientes de Campo y Plaza; entre factu
ras y giros ? pagando fletes y. cargas, devengo de carrile
ras y derechos de aduanas"..., "rompi?ndome la cabeza,
que es ya una calabaza, con el Mayor, el Diario, los Auxi
liares y el Caja...", "entre todas esas cosas ? y ?tras que el
romance calla, ? por las calles'de Cambad?s estoy paseando
el alma"...
Repit?moslo: el sentimiento c?smico de Cambados es la prin
cipal musa inspiradora de Cabanillas. "No comprender?s nunca,
hasta el d?a, que ojal? nunca sufras,' de dejarlo, lo mucho que
se quiere a las piedras, a los ?rboles, a los regatos, a los sende
ros. ?C?mo` han padecido mis ojos sin la visi?n de ese cielo!
C?mo ha sufrido mi o?do sin los rumores de ese mar b.."
Era ya entonces colaborador de peri?dicos y revistas cuba