26 BOLET?N DE LA ACADEMIA GALL$GA
L(NEAS DE EVOCACI?N
ANTE EL NUEVO HOMENAJE AL AUTOR DE ?AIRES DA MI?A TERRA?
Y ?0 DIVINO SAINETE?
Manuel Curros Enr?quez, euyo es el monumento obra de Asorey
que hoy se inaugura en La Coru?a y que en su mayor parte fu? cos
teado con aportaciones econ?micas de los conterr?neos residentes en
Am?rica, naci? en la villa de Celanova el 14 de Septiembre de 1851,
falleciendo en la Habana el 7 de Marzo de 1908. Sus restos mor
tales enviados a Galicia por el Centro Gallego de la capital de la
Gran Antilla yacen en el cementerio coru??s.
Curros Enr?quez es, sin duda, el m?s popular de los poetas ga
llegos. Pondal, el m?s intenso, el ?raro?, bien amado de la ?lite.
Rosalia, popular tambi?n, el que, acaso por su dulce resignaci?n
femenina donde los gritos rebeldes tru?canse en sollozos y par el
perfume de las c?ntigas silvestres de que supo impregnar sus poe
mas, tal vez pida con preferencia a cualquier otro ser llevado a
la m?sica. Aludimos aqu?, naturalmente, a los vates de nuestro
primer renacimiento literario del ochocientos.
Y la popularidad de Curros ?tan grande que puede decirse
que muri? en olor de multitud?, se debe a que ha pulsado magis
tralmente las dos cuerdas de la lira que de modo m?s grato liega
a los o?dos del pueblo para adentrarse en su coraz?n: la del cos
tumbrismo puro que ahonda sus ralces en las aguas nutricias del
subsuelo folkl?rico y la de los sones c?vicos que tienen firme em
palme en el amor a la libertad.
Como poeta civil ocupa el primer lugar entre los de Galicia,
mereciendo que se le esculpa, tal que el Padre eterno de dicha
categor?a, en el P?rtico de la Gloria de nuestro Parnaso, donde
tantos maestros del lirismo exaltan con sus instrumentos sonoros
la gracia eviterna de los cancioneros. Pero esta pristinidad que
nadie le disputa en nuestra tierra, tampoco puede disput?rsele en
toda la amplitud ib?rica, puesto que, a excepci?n de Guerra Jun
queiro, su hermano espiritual, ning?n portugu?s ni espa?ol le ha
superado hasta la fecha.
No desconocemos que esta clase de poetas sufrieron serio eclipse
en los gustos contempor?neos de las gentes cultas por interferencia