392 BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
de aspecto b?lico feudal, aire de fortaleza por el
grosor de los muros, la angostura de las ventanas
reminiscencia de las antiguas saeteras, las rejas que
defend?an la planta baja, las fuertes puertas y los
disimulados postigos, las torres que estaban pidien
do almenas, y sobre todo el mont?s blas?n, el pino,
la puente y las sangrientas cabezas de lobo? (s).
Durante nuestras peregrinaciones, cuando visitamos los pa
zos existentes, no nos ha parecido que tuvieran la importancia
que do?a Emilia les concede. Sobre la fachada del ?pazo? se
destaca a menudo como lo indica la autora una ?solana? o bal
c?n de piedra.
La Condesa se complace en darnos muchos detalles sobre la
instalaci?n campesina de estas residencias.
Detr?s de la mansi?n de Ulloa, sobre la ?eira? se alza el
?h?rreo? coronado por una cruz, en el cual se guarda el ma?z.
Las dependencias son numerosas ?desvanes?,, ?bodegas? , ? lagar,
palomar, tulla (3), perreras, cochiqueras, gallineros, establos,
?herbeiras? y dep?sitos de forraje (4).
La mansi?n de las Vides, ornada como su nombre indica
de un magn?fico emparrado, se enorgullece de una magn?fica
bodega.
El interior de estas residencias de hidalgos no carece de ori
ginalidad en su misma simplicidad; el ?pazo de las Vides? (como
el de Banga) se compone de una hilera de piezas, una de las
cuales sirve de capilla.
La mansi?n de Ulloa se compone tambi?n de grandes piezas,
pero se distingue por su claustro interior. De este pazo es la
cocina lo que mejor conocemos, con su chimenea donde est?
suspendida la marmita, su mesa de encina y sus bancos r?sticos.
Los pazos de la .?Monta?a? llevan las trazas de su ru?na, y la
Pardo Baz?n se .ha ingeniado para oponer los vestigios de la
grandeza de su pasado al estado lastimoso del presente. Nos
hace una descripci?n detallada del estado de vetustez, de aban
(2) La Madre Naturaleza, Ag., t. I, p. 384.
(a) Granero para trigo.
(4) Los Pazos de Ulloa, Ag., t. I, p. 254.