BOLETIN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 391
CAPITULO SEPTIMO
LA VIDA DE LOS PAZOS
LOS ARISTOCRATAS.?LOS HIDALGOS
Todas las novelas en las cuales las monta?as o las r?as sir
ven de marco conceden una gran parte a la vida de los pazos; en
El Cisne de Vilamorta, la Pardo Baz?n hace una pintura ?cos
tumbrista? de la vida en la mansi?n de Las Vides; en Los Pazos
de Ulloa se trata del ?desmoronamiento? de un antiguo solar,
que es el objeto de la novela, y la representaci?n de los hidalgos
superando al ?costunibrismo?. En las r?as la descripci?n de la
vida de los arist?cratas muestra la evoluci?n de la Condesa
hacia el idealismo.
Para los hidalgos como para los arist?cratas, el marco de
su vida. Las mansiones est?n descritas con cuidado.
El nombre t?pico de las residencias se?oriales es el de ?Pazo?,
algunas veces empleado en plural por la Condesa (empleo rara
mente usado en nuestros d?as) como en el de Los Pazos de
Ulloa.
La Pardo Baz?n emplea a menudo tambi?n los t?rminos de
torre o torres, o simplemente el de casa solariega y ?caser?n?.
El ?Pazo? designa ?nicamente una residencia consagrada por
el blas?n de piedra:
La construcci?n de estas residencias es c?racter?stica.
Seg?n la Condesa, en " la monta?a, las mansiones presentan
un aspecto de fortaleza; as? es como ella pinta el Pazo de las
Vides (1).
La mansi?n de Ulloa es m?s maciza todav?a. Gabriel Pardo
que es un buen militar, encuentra las trazas de las antiguas mo
radas guerreras cuando hace la inspecci?n de la hidalga casa:
?Aprovech? la coyuntura de enterarse del edifi
cio, en cuyas trazas conventuales discern?a rastro
(i) El Cisne de Vilamorta, t. II, p. 260.