BOLETINI DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA 389
Sobre el conjunto de los habitantes de la villa se destacan
los dos protagonistas: el poeta y la ministra para los cuales la
Pardo Baz?n agrupa el m?ximo de elementos regionales.
Segundo Garcia, el so?ador cuya alma es herida por la atm?s
fera mezquina o grosera de Vilamorta, se nos presenta como la
caricatura de un joven provinciano para quien la poes?a es ?ni
camente un don innato, don de experimentar vagas aspiraciones.
Nuestra autora que reclamaba para el poeta una formaci?n
s?lida, condena la de Segundo.
?Sobre la mesa de Segundo se besaban tomos
de Zorrilla y Espronceda, malas traducciones de
Heine, obras de poetas regionales... eleg?a sus lec
turas seg?n el capricho del momento y s?lo le?a lo
que conformaba con sus aficiones, adquir?endo as?
un barniz de cultura deficiente y varia (o).
Por eso no puede extra?arnos que cuando el joven consigue
editar sus ?Cantos Nost?lgicos? en Madrid, pierda para siempre
sus ilusiones al leer las cr?ticas de los peri?dicos (7).
No creemos preciso buscar en este personaje una alusi?n a
un contempor?neo determinado, y vemos m?s bien en ?l la
encarnaci?n de la poes?a mal comprendida. El personaje del
ministro por el contrario ha sido tornado de la realidad. La
Pardo Baz?n ha encontrado en Carballino, no solamente ma
teria para las descripciones en que se encuadra su novela sino
tambi?n fuente de inspiraci?n para aquel personaje.
Segundo Garcia recuerda la historia de este hombre politico.
?Vilamorta se lo encontr? cuando menos se per
cataba candidato y diputado... una vez de patitas
en el congreso, creci? la importancia de don Vale
riano y cuando vino la Revoluci?n de septiembre,
le hall? empinado asaz para improvisarse ministro.
El breve ministerio no le dio tiempo a gastarse ni
(0) Ag., t. II, p. 235.
(7) Ag., t. II, p. 310.