12 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
Paralela a aquella otra "que cantaban las mujeres a S. Juan de
Poyo cuando vuelven del Jubileo de Santiago":
Santo San Juan do Poyo,
que est?is na vosa capilla,
m?ndache muitos recados
Santiago de Galicia (n.? 163).
Esa reiteraci?n de "Santo San..." tantas veces o?da en las co
plas gallegas afloraba casi coet?neamente en el recuerdo cuan
do escribi? las ?ltimas p?ginas de la Colecci?n de Voces y Frases
Gallegas:
Meni?as de Noya,
cando van ao mato,
levan a. merenda
ao santo San Marcos.
Es "la primera copla gallega que he o?do y que he cantado, y
con el mismo tonillo, hace ya m?s de 70 a?os" (p. 445 de nuestra
ed.) es decir, hacia los cinco a?os de edad.
Quiz?s este senil retorno a la infancia es el responsable del
continuo desprecio a lo portugu?s, desprecio nacido en la infan
cia acaso, en per?odos ya lejanos de turbulencias pol?ticas en las
que ?l mismo se sent?a envuelto, pero que nunca han dejado de
manifestarse a consecuencia de que siempre ha observado que
su primera lengua ha sido despreciada por igual de castellanos
y portugueses, unos, invasores y explotadores de Galicia, han re
ducido a lengua de aldeanos la que un d?a fue lengua de reyes,
mientras los otros, acaso por verla reducida a esa miseria, no
han tenido para ella o para sus hablantes ni una frase de con
suelo, como si quisiesen renegar de tan m?seros antepasados. De
ah? su exagerado empe?o en quitarles autenticidad y tratar de
demostrar que todo lo que tienen se lo deben a Galicia.
Este desprecio le lleva a presentar a sus gentes, sin duda
apoyado por un mito literario frecuente, como enormemente va
nidosas y a aquella chanza de que para hacerles ?tiles es nece
sario primero desinflarlos; si no queremos recordar la an?cdota
del que hab?a visto todos los libros que un castellano le iba ci
tando incluso aquel del "Nemine Dempto" (n.? 6 y 7).