EL P. FEIJO0 FRENTE A MAQUIAVELO 71
deraciones. As?, si no 3 temi?ramos incurrir en disgresiones su
mamente difusas, ser?a motivo de especial tratamiento porque
Marx y Engels simpatizan con Maquiavelo; porque Lenin reco
mienda El Pr?ncipe a sus seguidores como remedio a la esta
pidez; porque hombres de preclara inteligencia como Sabine y
Croce 5, e incluso historiador dan sesudo como Toynbee 6 se
cuenten entre la n?mina de los loadores. Otros m?s parcos en
su estimativa como Dilthey, Roeder y Mayer 7, presentan a Ma
quiavelo como un producto de su tiempo, ligado al renacentis
mo y al esp?ritu conmovido d? la pol?tica de su ?poca, hombre
a la defensiva y pol?tico profesional, que busca en la materia
lizaci?n triunfal de los hechos, sea cual fuere su forma moral,
el ?xito de sus prop?sitos. Espigando en la obra de otros mu
chos autores, llegamos a establecer algunas coincidencias gene
rales en cuanto a la cr?tica de la aventura maquiav?lica. Se
hace notar en primer lugar que Maquiavelo no se propuso en
ning?n momento construir una moral diferente, sino reflejar
el convulso instante hist?rico vivido; de que hay que reconocer
en este personaje, al lado de su dualismo moral, una valent?a y
una sinceridad en sus conclusiones que hasta entonces pocos
hab?an mantenido; que es innegable su influencia en la vida de
muchas personalidades pertenecientes a distintas etapas hist?
ricas; Y por ?ltimo, que no s? puede tratar de modo unilateral,
sino extrayendo una real imagen de la totalidad de sus escritos 8.
Ahora bien, no ser?a correcta esta bibliograf?a, si no cit?ra
mos algunos autores actuales; ac?rrimos antimaquiavelistas, no
dejados ganar por la corriente revalidante. Elegimos a este ob
jeto, tres nombres bien significados por dos atributos inviolables
en la dignidad humana: un profundo sentido ?tico en la pol?tica
Y una fervorosa devoci?n por la libertad, sin las cuales no se
Puede asumir con decoro y grandeza ninguna misi?n c?vica. No
todo el incienso, reivindicaci?n o mitigaciones alrededor del re
rcido autor de El Pr?ncipe.
?1?Itsz H. SADINE: "Historia de la Teor?a PoLtica". BENEDETTO CROCE:
lea Y Pol?tica".
.21111,70Ln TOYNBEE: "Estudio de la Historia", t. III.
Ro wanEiza El DILTHEY: "Hombre y Mundo en los siglos XVI y XVII". HALPH
" h
aliento pol?tjj>1.11bre del Renacimiento". J. P. MAYER: Trayectoria del persa
ru.;eEERTRAND RUSSELL en su "Diccionario del hombre contempor?neo", al re? e
las Z,1'4seaclinavelo y a los lectores del "Pr?ncipe", dice que los que no han leido
doetrinazui trinas, probablemente tendr?n una opini?n muy parcial de sus
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