184 joletin de la Real ylcademia Gallega
verse en su, referida Galicia, reino de Cristo Sacramentado... en cuyo Dis
curso II, se lee: ?Ostenta por Armas de tiempo inmemorial aquel antiqu?simo
Reyno en Escudo, no de plata ni rozo, sin? azul (porque av?a de hazer
oficio de Cielo, criatura la m?s ilustre de las inanimadas) una magn?fica
Custodia de oro, que se considera abierta por los cuatro lados en forma de
Tabern?culo, cuyo asiento es un airoso est?pite de dilatada basa, y su
remate sobre la vistosa c?pula de su Cimborrio, es una Cruz. Entre sus
cuatro primorosas columnas, calzadas del resaltado pedestal y coronadas
de architrabe friso y sobresaliente cornisa, se registra, magestuosamente
colocado, el compendio de todas las maravillas y milagros, el Divino y
Augusto Sacramento, representado en la figura m?s expresiva, cual es el
Sacrosanto C?liz con la Sagrada Hostia, que como sol de justicia a todas
partes arroja los rayos de sus luces. Acompa?an la Sacra Magestad de
este soberano blas?n, siete doradas cruces en forma de orla, que repre
sentando las siete provincias que incluye el reino de Galicia, obsequian
a aqu?l por antonomasia misterio de la fe publicando la que siempre este
constante catolic?simo Reino ha profesado desde la primera promulgaci?n
del Evangelio. Y porque este gran testimonio que dan las siete provin
cias, aun les pareci? poco significativo a su piedad para con el Augusto
Sacramento cuando contradec?an los herejes la real presencia de Cristo en
las consagradas especies, a?adieron todos los Gallegos un ep?grafe en
una vistosa banda que sirve de ilustre collar, en que con otros tantos
tiernos, firmes afectos, como letras, esmaltaron la constancia de su reli
giosa fe en esta viveza de palabras: firmemente creemos en este misterio de la
fe: firmiter in hoc misterium fidei profitemur?. En esta descripci?n vemos
por primera vez alterada la primitiva leyenda del escudo, o sea, la ideada
por el P. Ojea (i).
Y por ?ltimo, el celebrado Cura de Fruime D. Diego Antonio Cer
nadas y Castro, en un romance inserto en el tomo I, p?gina 154 de sus
Obras en prosa y verso impreso en Madrid en 1783, hace tambi?n alusi?n
a la custodia en las siguientes versos:
?La Cruz, Se?or, es el alto
blas?n que Galicia ostenta,
el escudo con que se honra
y estima como venera.
La custodia, en que patente
tu carne y sangre nos muestras,
es el castillo que tiene
por armas y por defensa.?
(i) Al texto acompa?a una excelente y art?stica estampa del escudo de Galicia