158 BOLET?N DE LA ^REAL' ACADEMIA GALLEGA
rio se va a celebrar ahora: Curros Enr?quez. El,P.. Cabrero
fu? quien prolog? la edici?n cubana de Vento 1Vlareiro, del
gran poeta Ram?n; Cabanillas, hecha en 1915.;
,Public? el insigne religioso multitud de trabajos sobre
gallegos que descollaron preferentemente en las letras. Pen
saba reunirlos en uno o varios vol?menes, con. el , t?tulo de
?Biograf?as de escritores gallegos?. ; Para ello hab?a acopia
do muchos materiales, a fuerza de a?os y de paciencia., Fru
to de . su ?mproba labor son sus ,estudios, sobre Concepci?n
Arenal, el fil?sofo jesuita Luis Losada, el matem?tico Vicen
te.V?zquez Queipo, el, eminente te?logo Fr. Tom?s de Lemos
y el olvidado escritor orensano Fray. Jos? de Jes?s Mar?a, del
que habla, antes que nadie, en su ensayo acerca de los ?Es
critores asc?ticos y m?sticos de Galicia?, que se, public?, com
pleto, en 1936, en el Bolet?n de la. Comisi?n ele Monumentos,
de Orense.
No sabemos donde han ido a parar; tantas cuartillas corno
redact? en ;vida para el Diccionario. que proyectaba. Ante el
temor de. que se perdiesen o quedasen sin ver, ; la luz,; Rey
Soto, gran amigo suyo' desde los; tiempos en que el ; genial 9
poeta orensano anduvo por tierras cubanas y en ellas, cono
ci? al P. Rodr?guez Cabrero, le propuso m?s de una vez que
se las entregase para publicarlas ?l por su cuenta. No sabe
mos por qu?, el P. Cabrero se resisti? siempre a la generosa
propuesta del autor de Amor que vence' al amor.
Era numerario desde el 4 de marzo de 1945, en que fu? E'.
elegido para ocupar la vacante del historiador don Federico
Maci?eira Pardo, de quien hizo un cumplido elogio el nuevo
acad?mico, cuyo discurso de ingreso vers? sobre el profundo
te?logo orensano Fray Francisco Fidalgo de Ara?jo. Una
afecci?n a la vista impidi? al P. Cabrero leerlo, haci?ndolo el
docto arque?logo don Angel del Castillo. En aquel discurso
estudi? la vida y analiz?, concienzudamente, la extensa pro
ducci?n, recogida en once vol?menes, del ilustre hijo de
Santo Domingo c?e Guzm?n, que naci? en Ver?n y muri?, en
opini?n de Santo, en Salamanca, en cuyo convento de San
Esteban se conserva su cuerpo incorrupto.
El Padre Rodr?guez Cabrero era la humildad y la senci
llez en persona. `No hablaba mal de nadie; para todos ten?a
palabras ele respeto y afecto. Ponderado en sus juicios, en