?
'0 N .
Df3 LA
REAL ACADEMIA GALLEGA
A?o XVIII J Coru?a, ,1.? de Marzo de 1923 N?m. 150
I. MANUEL MURGUTA
La Real Academia Gallega h?llase bajo la doloros?sima impresi?n
de una de sus m?s grandes amarguras y de una de sus m?s hondas
aflicciones con la muerte de su anciano y glorioso Presidente D. Ma
nuel Murgu?a.
Y esta pesadumbre que vino a herirnos en lo m?s ?ntimo de nues
tras veneraciones, en lo que era para nosotros m?s querido y respeta
do, no es solamente nuestra: lo es tambi?n de todos los gallegos y de
todos los que por Galicia sienten sinceras devociones y nobles entu
siasmos.
Si la frase exacta no fuese ya tan manida, nunca podr?a decirse
como ahora con mayor convicci?n y con m?s verdad que Galicia est?
de duelo: lo est? por muchos conceptos, por m?ltiples razones; porque
si en esta vida, todos, m?s o menos f?cilmente, somos sustitu?bles, don
Manuel Murgu?a, el Patriarca, el venerable, el maestro, el glorioso
maestro Murgu?a, no tiene sustituci?n posible. Con su muerte desapa .
rece la primera y ?nica figura de nuestro pa?s y de nuestra ?poca. Mur
gu?a lo : simbolizaba todo para los gallegos, y en ?l se reconcentraba
todo lo que Galicia tiene de grande, de preclaro, de admirable, de puro
y de inmaculado, en la m?s alta y m?s noble acepci?n de estos
vocablos.
La personalidad de Murgu?a ser? siempre, a trav?s de los a?os y
de los siglos, una personalidad hist?rica, porque su nombre lo llen? y
lo abarc? todo para nuestra tierra, que le debe la exaltaci?n de su pa
sado honroso, como pueblo enaltecido por sus propias virtudes y por
sus propios hero?smos.
***
.
p.
1