Dolettn de la Real ylcademia Gallega 293
su trascendencia y significaci?n (1). Mas los consagrados, los
que hacen y deshacen reputaciones, al juzgar En las orillas
del Sar, unos lo tornaron como un mero y excesivo atrevimiento, y
otros, los m?s, no acertando a comprenderlo, lo miraron como una
esfinge, abundando los que se?al?ronle grav?sima falta: empleo de
metros inusitados y combinaciones nuevas, que no podia admitir
la costumbre ?? oh, santo poder de la rutina ! ? y que la rima
brillaba por su ausencia, pues los versos no eran tales versos por
carecer de consonancia y que as? cualquiera era poeta (2).
V?se En las orillas del Sar como ni un solo instante decae de
su entereza su ilustre autora. Por veces si semeja cual si un aire de
rebeld?a agitase su musa, y que la duda y el excepticismo inten
tan asomar su cabeza, presto vuelven la conformidad y la resigna
ci?n, y siempre en sus estrofas, lo mismo al empezar que cuando
concluyen, predomina la delicadeza y dulzura del sexo. No es tan
?subjetivo, triste y negro? como dice Barja en sus Libros y au
totes modernos, p?gina 530, Madrid, 1925.
La mayoria de las composiciones carecen de titulo, como si
quisiera. Rosal?a ocultar las causas que las inspiraron; pero todas
ellas son tristes y melanc?licas; sin embargo, no engendran ni el
cansancio ni el hast?o, ni se hacen mon?tonas por esa igualdad,
porque adem?s de que estos dolores de la autora inspiran respeto,
lo evitan la abundancia y renovaci?n de ideas, lo mismo que las
desventuras ajenas, que son las que m?s atormentan al poeta.
Asi v?se en su hermoso poema Margarita cuan lleno est? de
un hondo sentimiento de humanidad cordial. Comienza en una
mezcla de simbolismo y realismo para terminar con la muestra
m?s efusiva de un coraz?n femenino, todo piedad y misericordia
par? aquella que
.
Donde su ser ardiente se apagaba,
De un amor inmortal los leves ?tomos
Sin mancharse en la atm?sfera flotaban.
Todas, todas las composiciones son hermosas, y sentidas. No
analizaremos ninguna de ellas en detalle, sino en colijunto todas
(1) , El inspirado poeta gallego, autor del famoso Arco da vella, D. Juan Barcia Caballero
(2) Ante tan ridfculas afirmaciones la sufrida y bondadosa autora no pudo menos de de
cir irdnicamente: ?Ya que les falta consonancia, ya les hard versos con consonantes por arriba,
per abajo y por todos los lados s.
?