8 bolet?n de la 'Real Ytcademia Gallega
En varios pasajes de su libro se refiere incidentalmente el autor a su
persona, dejando conocer que viaj? por toda Alemania y que a las sim
pat?as que le ligaban a los naturales, respond?an ?stos con una merecida
estimaci?n como lo prueban las relaciones de amistad que a la saz?n man
ten?a con la corte de Baviera, cuyo monarca le invit?, por medio de un
expreso, a concurrir a Weilhen para acompa?arle en la revista que los
reyes pasaron al regimiento de Zamora, que formaba parte de la expedi
ci?n espa?ola. De ella, lo mismo que de otra revista con qu... SS. MM.
honraron tambi?n al regimiento de cazadores de Villaviciosa, habla nues
tro autor aunque brevemente, con aquel entusiasmo que como hijo de
Espa?a sinti? al ver ?la admiraci?n de los espectadores, quienes apenas
pod?an concebir como hab?a hecho (el regimiento de Zamora) tan larga y
penosa marcha como la del tr?nsito de los Alpes?. Y en verdad que nadie
como ?l pod?a explicarlo, pues conoc?a a sus compatriotas, y hab?a atra
vesado ocho veces aquellas monta?as.
Del gran aprecio con que le distingu?an los reyes, y del cari?o que
. mostraron entonces por nuestros soldados, hizo especial memoria con
signando que convidaron a su mesa al brigadier Salcedo que mandaba
Zamora, a la esposa de dicho jefe, al teniente coronel, al sargentomayor,
al mayor de ingenieros, y a m?, a?ade sencillamente. ?El bar?n de Mon
tegelas, a?ade enseguida el autor, primer ministro de Estado, expres? su
admiraci?n al aspecto marcial de los soldados espa?oles, dici?ndome: ? la
vista de estas Tropas comprendo las grandes haza?as de los Exercitos de Car
los V, y veo, que estos soldados son capaces de repetirlas?. Por cierto que a tan
nobles alabanzas puede a?adirse, como prueba de lo mucho que agrad?
a los monarcas tanto la marcialidad de las tropas, como los a?res nacio
nales de Espa?a que, durante la comida ejecut? la m?sica del regimien
to, que hubieron de manifestar vivos deseos ?de ver bailar el Fandango?.
La se?ora de Salcedo y varios oficiales ?dieron ? SS. MM. este espec
t?culo caracter?stico de la expresi?n Espa?ola, y el qual colm? el regocijo
de esta Jornada memorable, que el Rey se sirvi? declararme haber sido
para S. M. una de las mas plausibles de su vida?. ,
Debi? haber sido nuestro Guimbernat excelente m?dico, si hemos
de tener en cuenta la notable instrucci?n que da a los expedicionarios en
lo referente a sanidad. Por cierto que en ella se refiere a la traducci?n por
?l hecha de la obra inglesa del Dr. Smith, como puede suponerse relati
va a higiene. Debi? ser, a nuestro juicio, uno m?s de los hombres de
ciencias y entusiastas, que recorr?an a principios del pasado siglo los pri
meros centros de ense?anza de Europa, asistiendo en especial a las cate
dras en que se estudiaban las ciencias f?sicoqu?micas, las naturales y