94 BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
lo asemejaba a los dioses, el " que tanto hab?a padecido; pero
ahora dorm?a inm?vil, en olvido de sus sufrimientos. Cuando
surgi? la estrella m?s brillante, anunciadora de la aurora, ya se
acercaba a la isla la nave? (XIII 7897). Los feacios depositan
al h?roe durmiente en la playa y cerca de un. sacro olivo los ri
cos presentes, y r?pidamente reembarcan para regresar a K?rkira
Esqueria, donde Poseid?n, vengativo, antes de arribar al puerto,
transmuta la nave en una roca.
Cuando despierta Odiseus todo es irreal, nebuloso, fant?stico,
extra?o y amenazador. Atene ha envuelto la isla en densa nie.
bla. El h?roe no reconoce nada y se cree enga?ado y abandona
do. Pocos pasajes de la Odisea tan l?ricos, tan ricos en sentido
on?rico y extramundano, de una fantasia tan delicada y evo
cadora.
He aqu? que .se acerca un joven pastor, tan gentil como
un pr?ncipe adolescente, y le pregunta el que ha luchado diez
a?os para llegar a este momento: ?Qu? pals es ?ste? Ha llegado
y no lo sabe ?experiencia eterna?. Y Atene que ha asumido
este gracioso disfraz, le contesta: ?Est?s loco o vienes de muy
lejos?. La reacci?n de Odiseus es de instant?nea cautela: ?Ita
ca, ah s?, s?, me han hablado de ella en Creta. Acabo de llegar
con este cargamento de objetos. preciosos... He tenido que huir
porque mat? al hijo de Idomeneo, el veloz Orsiloco, que quer?a
robarme todo eso que yes all?...? Y. Atene, la de los brillantes
ojos, volviendo a su forma visible de esbelta y bella mujer, lo
acaricia y lo admira por su astucia y ardides, .lo cual los moralis
tas posteriores reprocharon siempre al poeta, y be aconseja que
sufra a?n m?s, que aguante todas las humillaciones que le es
peran, pero que no revele su identidad a nadie. ?Cuando as?
hab?a hablado la diosa, disip? la nube y apareci? la patria, y el
paciente, divino Odiseus, holg?ndose, bes? la f?rtil tierra?
(XIII, 33050). No s?lo hab?a alcanzado la patria, sino que es
taba unido, conscientemente, .una vez m?s a Atene, su diosa tu
telar, la inteligencia divina, nacida de la testa del mismo padre
Zeus. Hasta entonces se hab?a debatido solo, porque ella estaba
ausente, . o no la reconoc?a presente; dice: ?desde el d?a en que
destruimos la escarpada ciudad de Pr?amo y que, embarcados, un
dios nos disip?, nunca volv? a verte; sent?a con claridad que no
estabas a bordo?. Atene tem?a la c?lera de su t?o Poseid?n, pa