40 bolet?n de la Real tcademia Gallega
consisti? en un carro triunfal donde iban tres j?venes figurando las
tres potencias aliadas, y por escolta todos los actores ? caballo vestidos
de varios y brillantes trajes. Luego que llegaron ? las Casas Consisto
riales tomaron la correspondiente v?nia, enseguida el gal?n de m?sica
(Reyna) cant? una aria de coros, lo mismo repiti? delante del balc?n
de S. E. Es imposible pintar la idea que excitaba esta brillante com
' posici?n, cantada en medio de un brillante concurso de patriotas. El
actor (cuya habilidad merece el aplauso del p?blico) cantaba ? la espa
?ola antig?a, cantaba una composici?n an?loga, estaba presente el
vencedor de Bayl?n; todo en fin, contribu?a ? formar un conjunto que
no puede explicarse. Era preciso ver los semblantes de los expectado
res, guando el actor dirigi?ndose al coro de guerreros preguntaba.
?Que conservais? y ellos respond?an la naci?n. Que defendeis el
honor y guando reunidas las voces cantaban viva el valor, muera el
temor, viva el honor de la naci?n. ?Oh expresiones las m?s an?logas ?
funci?n que se celebraba! el coro las cantaba, y el p?blico las repet?a
con los labios, y los gravaba en sus corazones.
?Mientras esto pasaba en el casco de la ciudad, estaba formada
junto ? las murallas la alarma n?mero primero de la Coru?a, con sus
oficiales y xefe principal y subalterno, teniendo ? la cabe.za de su for
maci?n dos piezas de artiller?a manejadas por los mismos individuos
de la alarma, y contribuyeron al obsequio del d?a con las correspon
dientes salvas de fusil y de ca??n, habiendo merecido la alarma los
elogios de S. E. que sali? ? verla, acompa?ado de su estado mayor 'y
muchos oficiales, admir?ndose todos de ver tanto orden y ayre militar
en un Cuerpo compuesto de paisanos.
?En estos sencillos y expresivos regocijos pas? la tarde; y ? las 9
de la noche obsequi? la ciudad ? S. E. con un magn?fico refresco, ?
que asistieron todas las autoridades, edecanes del General, individuos
del estado mayor, oficialidad y muchas personas de la primera distin
ci?n, sirvi?ndose con la mayor magnificencia, decoro y finura toda
clase de helados y dulces. Sigui? la iluminaci?n general como en la
noche anterior; y en el teatro, conclu?da la funci?n, se di? un bayle
p?blico con entrada franca, y cobr?ndose ?nicamente ? beneficio del
ex?rcito el importe de los palcos. Solo se admiti? en el sal?n ? las se
?oras que fuesen ? cuerpo, ? fin de que el bayle fuese con el decoro
correspondiente ? la solemnidad del d?a. En todos los dem?s puntos
del teatro no hubo la etiqueta de recibir ? cuerpo.
?En efecto, el bayle fu? tan lucido, como pertenec?a al motivo con
que se daba. Dur? hasta las 6 de la ma?ana, reynando el decoro,