BOLETIN DE . LA REAL ACADEMIA GALT PGA 63
3 ? ; Cuando siga el ;pronombre ?tono (o, a) llevan. n todas las
formas .verbales, acabadas en diptongo t?nico:;faleino, ima.ndou
na, compro?no...
4.? ,. Elpronombre,min"
Por mi parte expondr? ?n?. particularidad de la n eri gallego;
que es la que se presenta cuando va s?guid?`de h, lo que` aconte
ce en los vocablos "unha", albunha , "ningunha".
En tales casos no se hadepro?unciar como ? dental, lo gut:
per?cfa` obligado hacer dada la'condici?n de la h,' conson??nte mu
da en gallego ni a la portuguesa, que q?ed?'dich? que transfor
marfa las: dos tetras en una ?, sino que exige una cesura. As?, la,
palabra "algunha": no se dir? "alguna", a 'l? ?sp?nola, ni "algu
?a", a la portuguesa, sino clue se pr?nunciar? "algun?", mar=
cando la nasalidad de la n de final de palabra castell?na.
De ni?g?na mar?era`res?lta improcedente la consulta forilu
lada por el P. Ritter, conocedor, sin duda, de muchas de las va
riant?s` gr?ficas y fon?ticas de esta en apariencia sencilla tetra.
LA SALUD DE ROSALIA
El P. Paul Ritter conoce "Cantares Gallegos" ulios veinte altos
despu?s de su publicaci?n y su lectura le induce a entregarse en
particular al estudio del gallego "el idiolna dulce y suave de Ga
. licia",. y a emprender un ensayo hist?ricocr?tico sobre esta len
gua. Para solventar sus dudas acerca de in pronunciaci?n de in
tetra ` n redacta en 26 de mayo de 4884 una cartaque dirige a la
"muy honrada senorita" Rosal?a Castro, que por aquel entonces
era una 'senora, madre de cinco hijos vivos: Alejandra, Aura,
Gala, Ovidio y Amara.
La misiva del p?rroco alem?n plantea dos cuestiones distin
tas y ambas del mayor inter?s. Es la primera saber si tuvo con
testaci?n a. su consulta, y la segunda averiguar si el P. Ritter,
haya o no recibido respuesta, lleg? a publicar su ensayo sabre
ci idioma gallego:
Para resolver la primera cuesti?n es indispensable dilucidar
si en tal fecha Rosal?a Castro se hallaba en condiciones de co
rresponder a la consulta, dado su declinante estado de salud.
Pero antes de hablar de s? enfermedad parece ?til hacer unas