144 BOLETfN DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
rico y cultural de nuestra regi?n..Desentra?a los secretos de re
motas generaciones y rellena .p?ginas hasta entonces en blanco
de nuestra historia, porque lo arcaico oculto, enterrado o desco
nocido por ignorado su valor representativo, no ofrece posibili
dades de desvelar misterios pero s? de reconocer secretos. En la
obra de don Angel del Castillo es esto justamente lo que m?s la
valora y enriquece, el descubrimiento de tantos secretos del arte
y de la historia, que permanec?an ignorados pero reservados al
investigador provisto de una previa preparaci?n que le capaci
taba para captarlos en toda la plenitud de su significaci?n. As?
obtuvo las primicias de sensacionales descubrimientos, que fue
ron pulcramente publicados en libros, revistas cient?ficas de in
vestigaci?n y de divulgaci?n, Boletines y diarios, y son hoy fuen
te imprescindible e inapreciable para el conocimiento de nuestra
arqueolog?a, arte e historia regional.
No vamos a registrar aqu? la enorme relaci?n de los t?tulos
de sus escritos y estudios, pues en breve ser? objeto de publica
ci?n su bibliograf?a, pero no dejaremos en silencio la muestra
de nuestro asombro al considerarla. Y tampoco podremos silen
ciar las impresiones que a lo largo de muchos a?os, durante los
cuales disfrutamos de su amistad, quedaron fuertemente graba
das en nuestro ?nimo. ?C?mo se encend?a su verbo cuando nos
ilustraba sobre aquellos secretos que hab?a extra?do de las ti
nieblas de tan remotos siglos! ?C?mo acusaba la emoci?n est?
tica del hallazgo arqueol?gico, art?stico o hist?rico, y con qu?
admirable entrega nos daba las consignas para que prosigui?ra
mos la ruta por ?l abierta a trav?s de lo ignoto de nuestra cultu
ra regional!
En efecto, merced .a determinadas circunstancias no fue po
sible seguir la senda que don Angel del Castillo traz?, y bien
podemos decir que si hoy caminamos con cierta firmeza y segu
ridad por ella, se debe a su inteligencia pero duro sacrificio
desarrollado para hacerla liana y expedita.
La Parca, en su incansable y ciego quehacer, seg? su vida
cuando su imbatido entusiasmo le hac?a preparar nuevos estu
dios y publicaciones. Emoci?n y recuerdo inolvidable es para
nosotros su ?ltima intervenci?n p?blica ofrecida al recibirnos
como numerario en la Real Academia de Bellas Artes de Nues
tra Se?ora del Rosario de La Coru?a, en su condici?n de presi