$oleltn de la Real Academia Gallega 153
an?rquica nobleza que, auxiliada en diferentes ocasiones por los. Obispos
y el clero, se rebel? una vez y otra contra sus monarcas; ensangrent? las
villas y los lugares en el fervor de vengativos y sanguinarios excesos;
atropell? las inmunidades de la Iglesia hasta entrar a saco el palacio
arzobispal y arrebatar las joyas, reliquias y vasos sagrados de la basilica
compostelana despu?s de la muerte de Alfonso VI; abri? las puertas de
la patria al Rey de Portugal, sostenido en sus aspiraciones al trono de
Castilla, por D. Fernando Ru?z de Castro, primer Conde de.Lemos, y
alz? pendones ponla Beltraneja contra la heredera legitima del cetro de
Enrique IV, distingui?ndose constantemente por la crueldad de sus veja
ciones y la sa?a implacable de sus rebeld?as... (i). ,
Seg?n Hern?n P?rez del Pulgar, citado por un ilustre escritor, con?
tempor?neo, s?lo los que quer?an pagaban sus rentas a la Corona, los
monasterios no osaban tomar sus propias rentas, las m?s populosas ciu
dades viv?an tiranizadas, cada uno se apropiaba los pueblos y las rentas
de que pod?a hacerse due?o, los pueblos estaban habituados a tan dura
servidumbre, y los mismos gobernadores que, con gente de armas, en
viaban los reyes para poner justicia, ten?an que retirarse, pues era tal la ..
confusi?n y el n?mero de los tiranos, que nunca pudieron conseguir su
intento... (2). ? .
?El mismo cuadro de la ?ltima mitad de la Edad Media en Alemania,.' , `
Italia y Francia, reproducido ponla influencia del genio y, las instituci4
nes de la naci?n vecina en nuestra patria, que se revelo desde untes del
reinado de Alfonso VI y extendi? sus ra?ces m?s tarde,` con'motivo'de la
instituci?n del Condado de Galicia a favor de Ram?n, de' Borgo?a, y la
invasi?n de los monjes franceses que vinieron a poblar 'nuestros monas
terios, imprimiendo a la legislacj?nti espa?ola, en los pueblos de su se?o
r?o, el car?cter propio del, ;derecho",feudal de' los paises del centro de
Europa, que se infiltr?' desde fines del;:>iglo xi hasta mediados del XIII,
en el r?gimen for?l``de'las 'ciudades `y villas episcopales y de abadengo
de los dos lados del Mi?o!.. (3).
Reducido, a la extremidad occidental del valle de Trasancos, entre
la mar y' las vastas posesiones del Monasterio de Jubia, sin tierras que
cultivar erik'el estrecho circulo de sus alrededores, ni otras industrias que
(1) Hist. Composlel., p?gs. 60, 105 y 431. Lafuente, Historia General de
Espa?a, passim. Escosura y Hevia, Obra citada, p?gs. 3437.
(2) P?rez del Pulgar, Cr?nica de los Reyes Cat?licos. ,
(3) Vid. Mu?oz y Romero, Juicio critico sobre el op?sculo de los Se?ores
Helfferich y Clermont titulado: Les communes fran?aises en Espagne el en Por
tugal pendant le moyen coge.