56 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
de la Doctrina Cristiana en castellano; y ser?a mejor que el Pa
dre Astete u otro cualquiera catecismo semejante (384 v.) se tra
dujese en gallego puro y que, por ese Catecismo gallego, se exa
minasen los ni?os, mujeres, aldeanos, etc., y se les oyese de pe
nitencia. No se cometer?an tantos errores en Galicia. En Cata
lu?a dieron calabazas a un cura porque no sab?a el catal?n. Los
que en la Am?rica han de ser misioneros les hacen estudiar las
lenguas b?rbaras de los feligreses.
94 En esto se palpa el absurdo y desatino de admitir en Galicia
por curas a unos truchones que no son gallegos ni saben una
palabra de esa lengua. En Santiago hay confesores lenguaraces
que saben lenguas extranjeras para confesar a peregrinos. Este
asunto es de mucha sustancia y pide pronto remedio o en S?no
do o en Concilio. Si los vecinos de un pueblo, ponen pies en pa
red 1 de que no han de admitir por cura de almas, al aventurero,
que ni es gallego ni sabe esa lengua con perfecci?n, no habr?a
tanta broza en Galicia de curas aventureros.
95 En virtud del sistema que he de introducir para restaurar en
Galicia la antigua y nobil?sima lengua gallega y en la cual des
cubrir? los tesoros de antig?edad, erudici?n y literatura que se
encierran, hasta disputar a la lengua latina (385 r.) muchas de
sus voces que pasan ya por perdidas y se conservan en el vulgar
gallego; una de esas voces es solitasrlitatis, y a ese tenor hay
otras muchas y bien s? que el modo de entender mejor ?l lat?n, ha
de ser recurriendo a la lengua gallega pura.
96 El catedr?tico que ha de ense?ar a los ni?os gallegos la len
gua 2 latina, al mismo tiempo les ha de ense?ar la lengua gallega,
y esto sin estudiar los ni?os cosa alguna de memoria y a la letra,
sino ?nicamente de sentido y comprehensi?n. Esto de obligar a
los ni?os a estudiar algo de memoria es invenci?n de pedagogos
para mortificarlos y para que cojan aversi?n y odio al estudio.
Y si hay castigo de azotes, para tomar horror al estudio y al
maestro y a todo libro. En el Jap?n no se azota a los ni?os que
estudian. Son m?s discretos en la ense?anza los japones.
97 Los maestros de los ni?os japones nunca piensan mover sus
tiernas voluntades al estudio con l?tigos y zurriagas, sino con en
1 Parez MS.
2 Lenguas MS.