88 Botella de la Real Academia Gallega
pletan el cuadro, en la serie de los trovadores de este siglo, Vasco
Fern?ndez de Praga y Esteban Annes de. Valladares.
Se distingui? en el siglo xiv, juntamente con otros poetas portugue
ses, y castellanos que trovaron en idioma gallego, Vasco P?rez de
Camoens, el cual bastar?a para dar realce a esta centuria, no s?lo por su
m?rito, por todos reconocido, sino porque fu? ascendiente ilustre del ins
pirado Luis de Camoens. Una particularidad digna de mencionarse es
que se , cree fueron escritos en prosa gallega, durante esta centuria,
algunos trabajos, lo cual prueba que el idioma gallego iba encarnando
m?s y m?s en la labor literaria de dicho siglo.
Cierran el xv, con llave de oro, adem?s de Luis de Vivero, perit?si
mo en el gay saber y en el manejo de la rima, el doncel del Marqu?s
de Villena, Mantas el Enamorado y su compatriota Rodr?guez del Pa
dr?n. Macias el Enamorado, 'y su ilustre conterr?neo Rodr?guez del
Padr?n, a quien la suerte contraria indujo a poner los ojos en dama de
realeza, compendian dos interesantes dramas de amor, los cuales termi
naron, cuando aquella funesta lanza sin falla puso triste fin a la existen
cia del primero y cuando las decepciones de una pasi?n contrariada
dieron con el segundo en los t?tricos claustros del convento de Herb?n.
El amor y sus puras y dulces emociones es la nota dominante en
los cantares de los poetas gallegos; pero ese amor no es el fantaseado,
sutil y andantesco que inspira a los trovadores suevos y provenzales,
sino el humano, tierno y sentido que fluye espont?neo del alma y que se
armoniza con los afectos del coraz?n. En los encantadores versos de los
cantores gallegos vibra la not? personal, a la cual presta atractivos y
encantos esa tristeza vaga, esa pl?cida melancol?a, ing?nita en el tem
peramento de los que sienten correr por sus venas la sangre c?ltica
mezclada con la sangre sueva.
Y sin embargo, esta deliciosa poes?a, que hab?a echado' hondas
ra?ces en gran parte de Espa?a, estaba llamada a experimentar, en breve,
prolongado eclipse.
Al iniciarse, en efecto, el siglo Xvi, al fundirse en la f?rrea turquesa
de una centralizaci?n asfixiante y abrumadora las diversas regiones
espa?olas que tuvieran cierta autonom?a, vi?se forzada la musa gallega,
mal de su grado, a enmudecer y a ceder la preeminencia a la musa cas
tellana.
Callaron, pues, las arpas galaicas durante tres siglos, porque al
partir del d?cimo sexto retorna el idioma gallego, cual emigrante ave,
al pa?s en que naciera, donde se limit? a ser la humilde habla de los
moradores del campo, en tanto que el idioma lusitano,: su hermano con