18 $OLt1?N h E LA REAL ACADEMIA GALLEGA
constante apologista del P. Feij?o. En sus obras, en sus art?culos de
Prensa, y especialmente en sus excelentes conferencias, siempre rin
de culto fervoroso al gran benedictino gallego. Entre estas ?ltimas
merecen citarse las pronunciadas en su triunfal excursi?n a Buenos
Aires y Montevideo, con los t?tulos ?El P. Feij?o y su ?poca?, en los
salones de La Naci?n; ?Apolog?a de la tierra gallega?, en la Facultad
de Letras de la Universidad en la capital argentina, y ?Las tres gran
des pol?micas del P. Feij?o ?, en el paraninfo de la Universidad de la
capital del Uruguay.
Entre los juicios formulados respecto al P. Feij?o, merece citarse
el de Alberto Lista, de notoria autoridad en las letras espa?olas:
? Quien tanta hizo, quien tan buenos prop?sitos abrigaba y tan univer
sales conocimientos pose?a; quien 'en una ?poca en que las ciencias y
las letras se hallaban tan atrasadas y hundidas en lamentable y pro
funda corrupci?n se atrevi? a acometer por s? solo la ardua empresa de
la regeneraci?n intelectual de la patria, bien merece que ?sta, adem?s
de levantarle una estatua, conserve y reimprima sus obras?; juicio re
producido por Alc?ntara Garc?a (1).
En resumen: es de justicia recordarla sincera apolog?a que una
escritora tan profundamente conocedora de la vida y labor del P. Fei
j?o, como la se?ora Pardo Baz?n, da fin a su interesante discurso,
?Feij?o y su siglo?. ?Feij?o, por su condici?n sincera, resuelta y hu
mana; por la variedad de sus conocimientos y las singular?simas do
tes que Dios de otorg? con larga mano, a fin de que las comunicase y
repartiese a sus contempor?neos y a los venideros; por la ?ndole li
bre, curiosa y nada est?tica de `su inteligencia; por su enorme trabajo
y su inalterable fe, es el reformador, el maestro, el dolor y el or?culo
de Espa?a en el siglo XVIII, el cual est? y estar? siempre lleno de su
doctrina, de su fama y de su nombre?.
Es evidente el conflicto que asalta la obra de un historiador de
su pa?s. O han de adular a su naci?n, o arrimar la pluma ?dice el
P. Feij?o?, porque si no los manchan con la nota de desafectos a su
patria. Y eso ocurri? en Espa?a y en cualquier otro pa?s y en cual
quier tiempo.
Pocos 'ejemplos hay de historiadores que se hubiesen negado a '
convertirse en panegiristas de su pueblo o de sus monarcas, y como
extra?o caso refiere el P. Feij?o lo ocurrido con el famoso historiador
Gregorio Leti, a quien se, encomend? la historia del reino de Ingla
terra, y recabando para su misi?n entera libertad de apreciaci?n, como
sus nacionales no hallasen motivo para complacerse en muchas verda
des que se manifestaban en ella, no bien sali? a luz cuando arrepen
tido el rey de la licencia que le hab?a dado, de orden del ministerio se
recogieron todos los ejemplares y al historiador se le hizo salir de
Inglaterra mal satisfecha (2).
?
(1) Historia de la Literatura espa?ola,
(2) P. Feij?o: Honor de la patria y pasi?n nacional,