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olelin de la Real 5lcademia Gallega
?dad; cuando el profesor Klint se?ala como caracteristica de nuestra
,,?poca, la doble tenden?ia de las ciencias ? hacerse hist?ricas, y de
?la historia ? hacerse cientifica, es muy extra?o, repito, que se ponga
?en duda que sea una ciencia esta, porque si no nos es dado conocer A
?otra cosa que los hechos, y estos const?tuyen el objeto de la historia,
?resultaria no cabe conocer cient?ficamente cosa alguna.
?Las ciencias hist?ricas,?prosigue el ilustre pensador,se propo
?nen conocer los, hechos los cuales son expresi?n de la naturaleza del
?ser de quien se trata, siendo cada uno concreto, determinado y dis
?tinto. De ahi que la Historia en la integr?dad de su concepto, tiene
?que hacer tres cosas: recoger los heohos, ordenarlos y explicarlos,
?tare? que por virtud de una aplicaci?n del prinuipio de divisi?n del
?trabajo, se distribuye entre los que ? ella se consagran?.
Los sucesos tienen que ser siempre estudiados con gran profun
didad, y si en poesia debemos ser veraces, con cuanta mayor raz?n
debe la verdad resplandecer en la Historia, ya sea on la narrativa
exposici?n de los hechos, como en la parte pintoresca al tratar de los
personajes, asi de las grandes, como de las medi?cres figuras que
deben aparecer en el gran teatro mundial quo, ? trav?s de las edades,
fu? y ser? siempre el escenario humano.
Cientifica y sociol?gicamente, tenemos que considerar que los
acontecimientos nos envuelven y nos empujan a?n contra nuestra
' propia voluntad, cada hecho ocupa un lugar en la cadena de la vida
intelectual y colectiva, son un fen?meno inevitable que, teniendo su
or?gen en un suceso anterior, engendra otro subsiguiente.
Perdonad si repito "que los sucesos tienen que ser siempre estu
?diados con gran profundidad? investigando detenidamente las fuentes
objetivas ? sea las fuentes hist?ricas, por ser los testimonios que acre
, ditan los hechos, tales, comb las tradiciones, los monumentos y las
narraciones esoritas, estas tienen mas importancia que las anteriores
fuentes, porque consignan los sucesos y asi arrojan m?s luz, propor
cionando la labor casi hecha al historiador, al que ?nicamente le
queda ya, apreciar filos?ficamente el valor de la narraci?n y depurar
la en un detenido juioio critico. Narrar es sencillisimo, pero no mufti. f'.
rrir en error para no enturbiar las fuentes hist?ricas, es labor ? que
muchos historiad?res, no han ,dedicado el cuidado y escrupulosidad
investigadora, que su augusto trabajo les imponia.