?oletfn de la Real 5Icademia Gallega 57
Corredoira ha acertado con los tipos en general, con la luz tristona
de ciertas ?pocas del a?o en nuestra tierra y eon las agrupaciones; pero
Corredoira, acuciado por las teor?as ahora en boga respecto del arcais
mo artistic() y de la asimilaci?n del estilo de eiertos grandes maestros
de otros siglos, ha tornado al Greco por modelo: ipobre Theotoc?pulil,
,porque no le dejar?n quieto? Y as? como Zuloaga toma de Vel?zquez,
Goya, etc., lo que puede y con eso se guisa los cuadros, y Romero de
Torres imita ? Rafael, ? Luini, 'l Coregio e tutti quanti y se guisa los
suyos, ? su vez nuestro paisano, por hacer de la familia de m?sticos del
Greco los tipos gallegos de sus pinturas, los ha dislocado alarg?ndolos
hasta el infinito y los ha pintado en gris ? la manera de ciertos cuadros
del insigne autor del Entierro. del Conde de Orgaz. El dia en que el
joven artista incense abandons el camino de las imitaciones y de las
rapsodias para no hacer m?s que lo que ?l sea y sienta, sera un pintor
que, ? mucho me equivoco, ? dar? d?as de gloria ? Galicia. Hoy"por
hoy es de deplorar su snobisnm.
Souto ha enviado desde Zaragoza, en donde, por raz?n de su car,
go, reside en la actualidad, dos cuadritos de asuntos de la tierra: Pasto
ral en Galicia y Recuerdos de Galicia. Ambas telas revelan el amor con
que Souto procura reproducir la naturaleza de la regi?n. Sus pinceles
no ambicionaron jam?s abarcar grandes espect?culos ni reproducir es
cenas de la vida campesina, que es la estudiada por ?l, que ofreciesen
complicaciones de ning?n g?nero. As?, pues, Pastoral en Galicia, el
mayor de los cuadros que Souto oxhibe, se reduce ? un bosque y ? dos
figuritas de rapaci?a y rapaci?o: ?ste que apacienta una vaca, y aqu?lla
que le habla desde cierta distancia, sonri?ndole. .Recuerdo de Galicia, es
un trozo de paisaje.
Sobrino exhibe un lienzo que reproduce una escena de poco car?c
ter por cierto. Titulase A San Beniti?o: por el titulo puede sacarse el
ovillo. Yo creo que Sobrino necesita variar de rumbo en su educaci?n
artistica. El maestro Ferrant es un gran artista de personalidad tan
acentuada, que no conviene ? temperamentos faltos de una caracteris
tica como Sobrino. La facilidad asombrosa del maestro anula al disci
pulo. Sobrino necesita una labor paciente y sin influjos ajenos.
De Victor Morelli, (coru??s por cierto), hay dos retratos en este cer
tamen: ambos est?n ejecutados valientemente y ambos tienen mucho
catheter. De Carrero he visto un retrato, creo que ejecutado al lapiz
plom o.
Campo Sobrino, primo, seg?n creo, de Sobrino, pintor, (y ambos
sob rinos del famoso pianista de aquel apellido), tiene grandes condicio