388 BOLET?N DE LA REAL ACADEMIA GALLEGA
os temperamentos iguais, e sem d?vida um dos mais carinho
sos e expressivos la?os de consanguinidade ou, melhor, de
unidade? .
* *
Pero en esta enumeraci?n de colaboradores del Congreso
de Estudios Gallegos ?y de cuantos se han preocupado de in
vestigar las fuentes del folklore y literatura de Galicia?, que
remos detenernos ante una personalidad de extraordinario
m?rito, para rendirle el homenaje que le debe nuestra tierra.
Cont?bamos con que la insigne profesora de la Universi
dad de Coimbra, Carolina Micha?lis de Vasconcellos, viniese
con su presencia personal a enaltecer la obra del Congreso,
para lo cual le hab?amos designado nuestra Presidente de ho
nor, pero hubo de excusarse por tener exceso de trabajo en
aquella Universidad y por la necesidad de atender al cuidado
de su salud. ?Non podendo afluir a primeiraproposta, aceito
a segunda e envio a V. E. urna nota pedindo que a lela e mos
tre as ilustra?oes (um impreso e tres facs?miles) aos conso
cios do Instituto que se interessem ,pelo assunto. Julgo ser
oportuno f alar de Ernesto Monaci e do Cancioneiro Colocci
Brancuti... ?
Conocida es la notoria autoridad de la insigne escritora
en los estudios romanistas, y el inter?s con que labor? en in
vestigaciones de los or?genes de la poes?a popular. Fu? ella
quien,principalmente dem?str? la existencia de una poes?a l?
rica popular anterior a los trovadores y ha probado esa pre
existencia en su formidable Cancioneiro de Ajada.
Un ilustre escritor portugu?s, Rodr?gues Lapa, en su His
toria da' Literatura 'Portuguesa, reconoce este especial m?rito
de Carolina Micha?lis y c?nfirma su parecer, expresando que
los trovadores provenzales de fin?s del siglo xu sab?an que
hab?a en la Pen?nsula un lirismo en galego=portugu?s. ?De
mostra?ao cabal da existencia dum antigo lirismo galego
?dice? est? no conhecimento cerco que ternos dum jogral
da corte de Alfonso VII, chamado Palha, burgu?s de Compos
tela, cuja importancia social se pode avaliar pelo facto de ter
servido de testamenteiro, en 1154, ao arcebispo D. Pelayo
Camundo?, idea ya recogida por Pidal en Poes?a juglaresca,
al juzgar que la presencia de Palha en el s?quito del Empera