140 BOLET?N DE LA REAL ?CADEMIA GALLEGA
Amparo, no obedece a una intenci?n de satirizar la ?poca de
aquellas aspiraciones : Es el humorismo lo que preside las des
cripciones; as?, despu?s de haber evocado los "altos impulsos"
de Amparo, a?ade que el tiempo no se presta para el martirio.
"Feliz o desgraciadamente, lo que ustedes quie
ran, que por eso no re?iremos, los tiempos eran
m?s c?micos que tr?gicos" (51).
y todas las descripciones de la excitaci?n de las masas a la lle
gada de los delegados de Cantabria, del banquete en el "C?rcu
lo Rojo", y el t?tulo rimbombante dado a la asamblea federa
lista ?
"Asamblea constitutiva de la Uni?n del norte
de la Costa ib?rica" ?que as? se nombraba en sus
documentos oficiales".
hacen sonreir pero no vituperar.
Pero despu?s de esta divertida presentaci?n, la finalidad de
la autora ya expresada en el pr?logo, aparece claramente; ha
querido mostrar la influencia de la demagogia sobre el pueblo
y en particular sobre las fuerzas vivas de la manufactura del
tabaco. Este es el aspecto did?ctico que, m?s que la pintura de
las cigarreras en s?, da a La Tribuna su acento naturalista. La
Pardo Baz?n esboza tambi?n el problema econ?mico en el ca
p?tulo donde las obreras plantean la huelga para obtener el
pago de sus salarios retrasados hac?a dos meses. Situ?ndonos
en 1868, nos parece l?gico que nuestra autora no haya sacado
partido de las disensiones que a consecuencia de aquello deb?an
enfrentar a "maestras y oficialas".
En conjunto tenemos sobre todo la visi?n de un mundo pin
toresco que confiere a Marineda, desde el punto de vista huma
no, su originalidad con relaci?n a otras ciudades de Galicia.
Mientras que este medio est? descrito jovialmente, el de los
arist?cratas en Do?a Milagros est? presentado de manera tr?
gica.
(si) Ag., t. II, p?g. 160.