1'34 Delet?n de la Real. Academia 6allega
El cabildo, por mayoria, nombrOle su obispo contra los deseos del
hatido contrario: mal'recibida la elecci?n exacerb? las pasiones de am
bos partidos hasta 1 estremo de librarse cruentas batallas: en una de
eatas que se 14 refiido en cierta calle .de la ciudad, qued? muerto un
sobrino de Ia?ez de Novoa 'cuando ?ste se hallaba en funciones de
'ObisPo. El,hotnicida corri? buscando refugio en los claustros del con
ento de M?nimos sito en la plaza del Corregidor, cerr?ndose tras 61
aquellas puertas que no han cedido m?s que ? la presi?n del fuego.
Atribuy?se al obispo la provocaci?n del incendio que aplicado en
m?s de un lugar del edificio dej? confundido en ru?nas todo el monas
terio; y de aqui la exacerbaci?n de pasiones y la exaltaci?n de los dos
bandos populares que nno de parte del obispo y el otro al lado de los
Minimos, convirtieron la ciudad en un campo de luchas intestinas, que
se" la ausencia de Idfiez llamado ? Roma por el Papa Bonifacio VIII, no
pudo calmar en absoluto. Elegido obispo el ado 1277, no fu? sanciona
da la elecci?n, ni el Papa le permiti? salir de su ciudad pontificia, ni
fu? consagrado hasta el de 1286.. Tambi?n el rey D. Alonso X, de
acuerdo con Bonifacio, resisti? prestar su asentimiento, apoder?ndose
en tanto la justicia por su mandato, de los bienes y rentas de Iahez y
de los comprometidos en la quema del convento.
Transcurridos cerca de 10 afios, con el pleito sin soluci?n, y con
'fiscadas sus rentas, Idfiez de Novoa pudo volver y ocupar 1a sede Au
riense, objeto de pertubaciones y trastornos durante algunos altos.
Despues`de haber hecho penitencia, llevar sobre si todo el peso
del delito cometido, soportar calarnidades y vejaciones y probar con
actos'cle humildad el abatimiento de su caracter altanero, causa del sa
erilego arrojo, lleg? ? posesi?narse de la mitre. cuando se encontraba
en la mayor pobreza. El ado anterior al inencionado, Iddez de Novoa,
'deb?a grandes cantidades de dinero, y uno de estos descubiertos apare
ci?'despu?s del falleciiniento de D. Alfonso P?rez, Dean de la catedral,
'al abrir'su codicilo, en el que se descubria que el prelado kale deudor
'de:100 florines, 50 libras tornesas y veinte marcos de plata.
' Con m?s autoridad que la nuestra, se estendieron sobre el particu
lar escritores tan ilustres como el obispo Mirdoz, el P. Florez, Murgu?a,
., y btros, a?nque ninguno, incluso el que suscribe, al tratar de este pre
lad() hicieron menci?n del Breve, que ahora transcribimos, en el cual
aparece este episodio con los colores m?s vivos. El Arzobispo de Corn 4
postela, el.Obispo de Mondofiedo y el Arcediano de Avantes, (Lugo), ti
quienes el Papa dirije su ruego, fueron los encargados de residenciar?
I?fiez de Novoa y sus cOmplices, notific?ndoles hi orden ? ellos remiti
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