28 bolet?n de la Real ,lcademia Gallega
r?cter y modo de ser de Pastor D?az dejando huellas indelebles en su,
esp?ritu y en todos sus trabajos literarios donde se transparentan, den
tro del romanticismo de aqu?llos, por su car?cter cl?sico.
Continu? los estudios de leyes en la Universidad de Santiago, si
bien, por causa de la disposici?n de Fernando VII cerrando las Univer
sidades, tuvo que pasar ? Madrid para concluir su carrera en Alcal?.
La protecci?n que desde los primeros momentos le prestaron nues
tro paisano D. Manuel Fern?ndez Varela, Comisario general de Cru
zada,
gran poeta Quintana, las amistades de Donoso Cort?s, Espronceda,
Larra, Pacheco, Estebanez Calderon y otros literatos y pol?ticos influ
yeron grandemente tanto en la vida pol?tica como en la literaria de
Pastor D?az.
Joven, muy joven, casi ni?o, sintiera ya los halagos de las musas y,
tan gallego en su sangre como en sus sentimientos, la musa gallega fu?
su primera inspiradora. A los 17 a?os (1) escribe en la lengua materna
su hermos?sitna Alborada, tan llena de inefables encantos. Desgracia.
damente para nuestras letras regionales el destino, que tanto hab?a de
influir en la vida de nuestro poeta, traslad?le ? extra?as tierras, y Ga
licia, sino perdi? un gran poeta, pues las poes?as de Pastor D?az si cas
tellanas por la lengua son gallegas por el sentimiento ? inspiraci?n, no
pudo ornar su corona literaria con otro flor?n del ilustre vivariense que,
el solitario Alborada.
La pol?tica, tan agitada entonces, tuvo en su ?nimo m?s fuerza que
la literatura, y si bien por una no desde?? ? la otra porque, como el
mismo Pastor D?az reconoce y su Discurso en el Liceo de la Coru?a (2)
nos lo prueba, siempre conserv? hacia la literatura un culto id?latra,
venci? en parte la pol?tica, y sus inclinaciones le llevaron al periodismo,
inici?ndose como tal en El Siglo, del que fu? uno de sus fundadores, y
continuando en La Abeja y El Artista. En ellos, y en algunos otros,.
public? Pastor D?az muchas y hermos?simas composiciones, una fu? su
oda A la luna, que le granjearon merecida y justa fama, que subi? de.
punto cuando en el Liceo, ley? magistralmente los sonoros y encanta
dores versos de La Sirena del Norte.
En alas de la pol?tica fu? desde la subdelegaci?n de Fomento de
C?ceres ? la Secretar?a del gobierno pol?tico de Santander (1836); m?s
tarde oficial del ministerio de la Gobernaci?n y, en 1837, Jefe pol?tico
(s) si Marzo de 1828.
(2) En la solemne velada en que honr? al insigne gallego como literato,
?